-Los arrestados están en la calle. ¿Ve la ley demasiado garantista?

-No me corresponde valorarlo. La ley no la hace la judicatura, que solo la aplica, muy bien. ¿Hay otra forma de hacer ley? Sí. Otros países lo hacen. Nuestra ley es muy garantista pero si no a lo mejor habría muchas personas de bien cuyos derechos podrían pisarse en un momento dado. Que por esas garantías hay delincuentes que se escapan. Ese es el problema. Y cuando cae al lado, molesta bastante.

-¿Qué medidas de autoprotección pueden tomar los ciudadanos para protegerse?

-Que se quiten el miedo a molestar a la Guardia Civil. No pueden vivir con miedo. Ante el más mínimo atisbo de inseguridad que llamen al 062 o al 112. En poco tiempo habrá una patrulla a su lado. Que cojan todos los datos: apariencia, vehículo, matrícula... ¿Qué más da que ponga la puerta blindada si se la van a reventar? Tienen que llamar. Y que a su casa no entre nadie: ni el del gas, ni el que busca chatarra ni la que vende mecheros ni la que pide una firma para una ONG ni el del Catastro. En mi casa no entra nadie que no haya sido llamado. Y si le quiere dar algo, que cierre la puerta y lo vaya a buscar. Y si le exigen algo, que les diga que va a llamar a la Guardia Civil y llame. Se irán. Llamando hacen 3 favores: a sí mismos, a la sociedad y al capitán. Si me tienen a los guardias entretenidos no están malpensando ni hablando mal del capitán. (Risas).

-¿Por qué formó el equipo de investigación y cómo valora su labor?

- Aquí, en el interior, no hay narcotráfico ni contrabando. Cuando llegué no había equipo de investigación, Policía Judicial. Solo patrullas de seguridad ciudadana. Y el delito o lo cogía la patrulla o no había quien le hiciera seguimiento. Cuando empecé a conocer a mis guardias, escogí a los que me parecieron los mejores. No me he equivocado. Son todos buenos pero elegí a los mejores de los buenos. Un día se lo planteé al director adjunto operativo y al general. Lo entendieron y a los pocos meses vino el equipo de Policía Judicial. Tengo dos. A unos los he escogido yo y a otros me los han mandado. Pero estoy encantado. Funcionan. Tienen compañerismo, lealtad, ennoblecen la institución. Mis compañeros de otras compañías me los envidian. No hay equipo como el mío, del que estoy orgullosísimo, en toda Galicia.