La historia que ayer protagonizó Luisa Villamayor, una vecina del lugar de Orza, en la parroquia cruceña de Sabrexo de 85 años, acabó con final feliz, aunque sus vecinos y allegados, durante prácticamente todo el día, se temieron lo peor. La mujer resistió a la intemperie durante, al menos, diez horas tras desorientarse cuando, presuntamente, intentaba llegar a Oirós, su parroquia natal.

La voz de alarma la dio su sobrino a primera hora de la mañana, entre las siete y las ocho. Había acostado a su tía la noche anterior, pero cuando ayer se levantó vio su cama revuelta, pero vacía. Buscó por la casa y enseguida corroboró su ausencia. De inmediato amplió su búsqueda, pidiendo ayuda a familiares y vecinos. Intuía que la mujer no podía haberse ido muy lejos dados su problemas de movilidad, a consecuencia, principalmente, de un grave accidente sufrido hace años. Las horas pasaban, pero la búsqueda era infructuosa. Fue pasado el mediodía cuando la familia de la desaparecida pidió ayuda a los servicios de emergencias. Entonces, se incorporó al dispositivo de búsqueda el equipo de Protección Civil de Vila de Cruces, la Guardia Civil, más vecinos, e incluso miembros del gobierno local. Alrededor de un centenar de personas se movilizaron para dar con el paradero de la mujer.

Faltaba también el perro de la casa, circunstancia que extrañó a la familia y que parecía confirmar la hipótesis de que la mujer se había desplazado. La angustia de sus familiares -su hija regenta la Hamburguesería Verde, en el casco urbano cruceño-, y también de los vecinos crecía a medida que pasaban las horas y la noche amenazaba con caer.

Agentes de la Guardia Civil y vecinos se organizaron para peinar los alrededores del domicilio y también las pistas del monte por si la octogenaria pudiese haber tomado alguna de ellas. Y finalmente así fue. Un vecino de Sabrexo halló a la mujer, en torno a las seis de la tarde, en un vial de concentración parcelaria, a unos tres kilómetros de su domicilio. De este modo, el Grupo Canino de Rescate de Protección Civil de A Estrada, que también había sido movilizado y se desplazaba al lugar, afortunadamente, no precisó intervenir.

"Estaba abrazada a un roble, con su perro al lado", explicaba el edil de Obras y coordinador de Protección Civil, Andrés Lareo, minutos después de conocer la buena noticia. La mujer estaba consciente "empapada y llena de barro", apuntaba también el concejal José Luis Villaverde Gestal, vecino de la octogenaria. La mujer no fue capaz de explicar qué le llevó a emprender ese camino, aunque algunos de sus allegados explicaron que últimamente había mostrado su deseo de volver a Oirós, donde había nacido.

Sus familiares la trasladaron de inmediato al centro médico de Vila de Cruces para comprobar su estado de salud.