Centenares de amigos y vecinos de Manuel Ángel Cortizo Blanco despidieron ayer en Lalín a este reconocido empresario que, gestor de seguros y asesor de profesión, tuvo en el club de fútbol local su auténtica pasión hasta que falleció, el jueves, a los 87 años de edad.

Por el tanatorio de la Avenida Bos Aires pasaron el jueves y ayer por la tarde muchas de esas personas con las que compartió miles de horas en el estadio que desde la década de los años 80 lleva su nombre. El apellido Cortizo dejó su impronta en este deporte desde los orígenes de este deporte, ya casi profesionalizado, en los que el conjunto rojinegro -fundado oficialmente en 1974- llevó el nombre de Lalín por Galicia y parte de España. El fundador de la asesoría con su nombre de la calle Matemático Rodríguez realizó muchos kilómetros con el club de sus amores, que presidió en dos etapas. Primero, entre las temporadas 1978-1983 y, tras primer asenso a Segunda B con las históricas eliminatorias frente al Siero asturiano y el LLoret de Mar catalán, regresó para llevar el timón de la entidad durante las campañas 1987-1991. Muchos de los que fueron compañeros de directiva acudieron a despedirlo al cementerio parroquial de Bendoiro. Entre otros, el actual entrenador del Real Club Deportivo de La Coruña, Fernando Vázquez, que llegó siendo un desconocido a la capital dezana y logró uno de los ascensos a la categoría de bronce del fútbol estatal. Eran los años de los llenos en el campo con su nombre. Nunca dejó, cuando la salud se lo permitía, de acudir al estadio municipal para ver a su equipo. Siempre acompañado de exdirectivos y amigos, ocupaba un asiento del graderío cercano al palco, aunque fuera de la zona reservada para autoridades o representantes de los clubs.

Su lalinidad la llevaba a donde acudía e incluso formó parte de la corporación municipal en los gobiernos de UCD y luego Alianza Popular, entre 1979 y 1991. Luego sería su hija María Fe la que recogería el testigo del servicio público y estuvo dos mandatos en el ejecutivo de José Crespo. También recogió el testigo de la empresa familiar en un despacho en el que el fallecido tenía enmarcada la alineación del CD Lalín de principios de los 90 en la que el conjunto local fue elegido mejor equipo gallego. Su viuda, Amelia Mato, y su hijo varón Manuel Ángel también son muy conocidos en la sociedad dezana. Ella, por su labor en la enseñanza durante años, y su vástago por estar vinculado desde muy joven al balonmano.

Pésame del alcalde

Lalín despidió ayer a uno de sus convecinos más queridos y respetados, que fue galardonado en 2010 con el premio Lalinense do Ano. En marzo de ese mismo año el Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Galicia lo había condecorado por su medio siglo de trabajo en un sector en el que también era un profesional muy representativo.

A las condolencias por el fallecimiento de Manuel Ángel Cortizo se sumó el alcalde de Lalín, José Crespo, quien recordó que el fallecido "era una persona muy querida por el pueblo, desde su faceta pública de concejal y presidente del Club Deportivo Lalín y también desde su trabajo como abogado y gestor administrativo. Lamento la pérdida de una gran persona que dedicó toda su vida a Lalín", remarcó el alcalde.

Los vecinos echarán de menos a un dezano que en su perfil más público siempre eludió el protagonismo y tuvo en la discreción una de sus mayores virtudes. Donde quizá más se note su ausencia será en los fríos asientos corridos de cemento de la última fila del graderío del campo de fútbol, desde donde seguía cada domingo a sus jugadores.