La Guardia Civil le imputa un presunto delito de participación o cooperación con grupos criminales y un presunto delito contra el patrimonio a los últimos 6 detenidos en el marco de la Operación Crápula, que continúa abierta. Se trata de dos estradenses, de un rumano afincado en A Estrada y de tres vecinos de Lugo que fueron detenidos en la tarde del jueves por el equipo de Policía Judicial de la Benemérita de la Compañía de Lalín y por efectivos de la Guardia Civil de Viveiro, en una nueva actuación policial coordinada similar a la que ya realizaron las fuerzas del orden el pasado 13 de marzo de manera simultánea en A Estrada, Cerceda y Ferrol.

Si entonces ese operativo policial conjunto se había cerrado con 8 detenidos, en la tarde del jueves la Benemérita detuvo a 6 varones. Se trata de dos estradenses, que responden a las iniciales A.F.F. y J.M.C.V. y tienen 29 y 38 años de edad respectivamente; de un rumano afincado en A Estrada que responde a las iniciales C.F.S. y cuenta 26 años; y de tres vecinos de Lugo, que responden a las iniciales J.P.M.J., J.M.G. y M.J.M. y tienen 32, 26 y 24 años respectivamente

Tras practicar estas 6 detenciones e imputarles a los 2 estradenses, al ciudadano rumano afincado en A Estrada y a los 3 lugueses mencionados un presunto delito de participación o cooperación con grupos criminales así como un presunto delito contra el patrimonio, la Guardia Civil dejó a los detenidos en libertad a la espera de que sean citados para prestar declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Santiago de Compostela, el juez José Antonio Vázquez Taín.

Cabe recordar que este ya había tomado declaración el pasado 15 de marzo a los primeros 8 detenidos en la Operación Crápula (entre los que figuraba un joven estradense), dejándolos en libertad con cargos con la imputación de delitos de robo con fuerza. Entonces, fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) apuntaron que la razón por la que la Fiscalía no solicitaba el ingreso en prisión de los arrestados era que en los robos no utilizaban violencia.

No obstante, según trascendió entonces, la Guardia Civil consideraba que la banda desarticulada está vinculada a 64 robos con butrón en gasolineras, supermercados, naves industriales y establecimientos comerciales de toda Galicia, aunque no descartaba que se pudiese ampliar el número de delitos una vez identificado todo el material recuperado en los registros del día 13. En concreto, los investigadores relacionaban a esta banda con 29 robos cometidos en la provincia de Pontevedra, otros 21 en Ourense, 13 en A Coruña y al menos uno en Lugo. Presuntamente solían actuar de noche, inutilizaban las alarmas para que no se detectase su presencia y entraban en los establecimientos a través de los tejados. Los investigadores cifraban el botín global de las decenas de asaltos de la banda en 400.000 euros y los daños ocasionados en más de 150.000.

La Benemérita -que llevaba dos años pisándoles los talones- considera presunto cabecilla de la organización -perfectamente estructurada y con las funciones de sus miembros bien distribuidas- a un andorrano afincado en la localidad coruñesa de Cerceda, precisamente donde la banda cometió presuntamente uno de los robos más espectaculares, al usar una excavadora para llevarse el cajero automático de una sucursal bancaria con 9.000 euros en su interior.