El de Alicia del Vecchio es el segundo caso que trasciende en lo que va de siglo XXI de una argentina en busca de sus raíces en Trasdeza. El anterior había sido el de Lidia Seoane, maestra y psicóloga jubilada nacida en Buenos Aires en 1937 que pasó varios meses enviando cerca de un centenar de cartas manuscritas a otros tantos silledenses que llevaban su apellido. Sabía que su abuelo, Ramón Seoane Blanco, había nacido en Vilar en 1861. No llegó a descubrir con seguridad sus orígenes, más allá de una casa que aún se conoce como "a de Seoane" en Vilar, pero sus misivas le permitieron forjar amistad con varios trasdezanos, a quienes considera su "familia" y a quienes visita cada cierto tiempo.