El alcalde de Vila de Cruces, Jesús Otero, corroboró ayer lo que ya temía: La "situación verdaderamente preocupante" que padecen los vecinos de la parroquia de Fontao ante la contaminación de arsénico que afecta a la toda zona desde el pasado mes de diciembre, en que se detectaron los primeros casos en el poblado minero.

El presidente de la asociación de vecinos, Pablo Jordedo, y otro representante del colectivo, entregaron ayer en el Concello el resultado de las analíticas realizadas a sus traídas y pozos particulares, que relevan niveles de arsénico cuarenta veces por encima de lo permitido. El límite máximo está en diez, pero existen resultados que llegan a los 475 puntos. De las 26 analíticas efectuadas, apenas unas tres dan negativo. Los representantes vecinales se reunieron con el regidor para entregarles personalmente estos resultados, que acompañaron de alrededor de medio centenar de firmas para solicitar colaboración para solucionar el problema.

Nada más conocer los datos, el alcalde les comunicó su intención de solicitar hoy mismo "por urgencia" una entrevista con la conselleira de Sanidade, Raquel Mosquera; y su homólogo de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, "para que me digan cuáles son los métodos más adecuados" para atajar el problema.

La contaminación afecta a toda la parroquia: Además de al poblado minero, a los núcleos de A Brea, Vilar, Os Baños, Aguiar, Salgueiros y Fontao.