Agentes de la Guardia Civil de Silleda detuvieron el martes al propietario de una empresa maderera con sede en Ourense por la tala indiscriminada de robles en parcelas de las parroquias de Mourelos y Ponte. El dueño de la firma estaba acusado de un delito de sustracción de madera y daños en las fincas afectadas a finales del año pasado y principios del actual. Tanto el empresario como cuatro empleados imputados de la maderera fueron puestos a disposición judicial, donde prestaron declaración ante la juez del Juzgado Número 1 de los de Lalín. Finalizada la comparecencia, la magistrada decretó libertad con cargos para el dueño de la empresa maderera.

El contencioso surgido por la tala indiscriminada de árboles en Silleda surgió cuando a mediados del mes pasado vecinos de la zona dieron la voz de alarma. Según los afectados, desde hacía algún tiempo, maquinaria de la empresa Maderas Blangón, de Ourense, había entrado en parcelas de varios puntos del municipio para cortar por la base arbolado comprado por sus dueños. Los vecinos señalaron, además, que durante la tala también se cortaron robles sin autorización, que en muchos casos se trató de árboles centenarios para cuya tala podría ser necesaria la correspondiente autorización administrativa.

Algunos vecinos de la zona llegaron a hablar con el responsable de la tala, que les dijo que les pagaría cada árbol, llegando a ofrecer hasta 50 euros por ejemplar. El empresario ourensano tampoco aclaró entonces, a preguntas de los afectados, quién le vendió los árboles, entre los que también se cortaron pinos y eucaliptos.

Por otra parte, la Consellería de Medio Rural no tuvo en ningún momento constancia de tramitar ninguna solicitud de tala en esta zona del municipio de Silleda. El departamento que dirige Rosa Quintana sí que recibió en su momento las quejas de un particular por estos hechos, lo que motivó el desplazamiento al lugar de dos agentes de la Policía Autonómica para comprobar, in situ, a cuánto ascienden los árboles cortados sin autorización. Los agentes elaborarían un informe para saber cuántos ejemplares se han perdido, mientras que sus dueños también preveían ponerse en contacto con Medio Rural para sabe si pueden retirar aquellos que, aunque ya cortados, la empresa todavía no habría retirado con el trailer.