Día de feria en A Estrada. Con las primeras luces del alba, la expectación se desata en pleno centro de la villa. Un vehículo policial pero camuflado aparcado sobre la acera y coches patrulla de la Benemérita sobre el carga y descarga del tramo superior de Calvo Sotelo así como agentes de la Guardia Civil en la puerta del número 11 de esta céntrica calle motivan que los numerosos viandantes se pregunten qué ocurre. Dada la cercanía a Novagalicia Banco las especulaciones erróneas sobre un atraco a la sucursal cobran fuerza.

Ajenos a los rumores, los agentes del equipo de Policía Judicial de la Compañía de Lalín y efectivos de la Guardia Civil de Tabeirós-Montes se centran en su trabajo. Su continuo ir y venir deja a los curiosos pistas sobre lo que sucede. Una maza de grandes dimensiones hace suponer a los más avezados que han tenido que echar abajo alguna puerta para efectuar un registro. Hora y media más tarde comienzan a salir los frutos de esa inspección, embalados en cajas en algún caso y a la vista del público en otros, incluso con objetos tan inesperados con dos bicicletas.

Los viandantes caminaban mirando hacia atrás y preguntándose unos a otros qué sucedía. Los más pacientes y curiosos obtenían su premio al filo de las 9.30. Agentes de Policía Judicial sacaban esposado al joven estradense D.R.P., nacido en 1985, que ocultaba su rostro agachando la cabeza, cubierta con una capucha. Los vehículos de la Benemérita despejaban la zona y se dirigían a efectuar la segunda parte del registro en el número 62 del lugar de O Moucho en la parroquia estradense de Vinseiro.

Allí la expectación no se quedó corta.Incluso usuarios de la carretera A Estrada-Forcarei por Meavía detuvieron la marcha para observar, asombrados, el impresionante despliegue movilizado ante la casa y el garaje en cuyo interior -y ante la mirada del detenido- los agentes hallaron el material que fue incautado por las fuerzas del orden.

Pese a los 6 vehículos desplazados por la Guardia Civil hasta Vinseiro, la ingente cantidad y el volumen de los objetos intervenidos en O Moucho motivó que el instituto armado tuviese que requerir la presencia de una furgoneta para efectuar el traslado de la abundante maquinaria y del material de diversa naturaleza incautado. La inspección se prolongó hasta última hora de la mañana, enmarcada en la Operación Crápula que simultáneamente realizaba registros en Ferrol y Cerceda.