-¿Realmente se puede vivir de esta profesión a día de hoy? ¿Cómo está el sector?.

-Pues muy fastidiado, realmente esto es un desastre. Seguimos teniendo el problema del intrusismo que ya denunciamos en alguna ocasión, pero aquí no se ha hecho nada y esto ya es insostenible.

-¿Qué medidas proponen para atajar este problema y que los profesionales puedan soportar esta situación de extrema crisis?

-Primero, creo que es necesario reducir el número de licencias y después hay que luchar contra el intrusismo. En breve pediremos una reunión con el concejal de Tráfico de Lalín, Camilo González, o incluso con el alcalde, José Crespo. Queremos que la Policía Local vigile las prácticas irregulares y también contactaremos con la Guardia Civil de Tráfico de Lalín para ver si se toman medidas de una vez. Esto es un desastre económico y aquí no se hace nada, no podemos aguantar más esta situación.

-¿La situación es tan grave entonces?

-Muy grave. En Lalín hay profesionales que trabajan doce horas y se van para casa con 10 ó 12 euros después de un día entero. Hay otros problemas que solo generan más pobreza como que algunos cobren 30 euros por un desplazamiento a Santiago de Compostela, cuando la tarifa normal es de 55. En Lalín con una quincena de taxis es más que suficiente, porque no hay trabajo y tenemos que erradicar la lacra que es el intrusismo.

-Es decir, que nadie se plantea comprar una licencia en este negocio...

-Ni de broma. Hace unos años alguno vendió la licencia con coche incluido por unos 18.000 euros, pero ahora ni eso, porque la gente sabe que no podrá defender el negocio. Por las tardes ya casi no se trabaja y a veces haces carreras de 4 ó 5 euros solamente.