Las intensas lluvias y las rachas de viento que, por momentos, azotaron ayer la comarca dezana provocaron nuevas caídas de árboles, aunque sin daños personales ni materiales. El 112 recibió minutos antes de las dos de la tarde el aviso de un particular que alertaba de la presencia de un pino sobre un carril de la Nacional 525. El árbol, de pequeñas dimensiones, fue retirado a la cuneta para asegurar la circulación.

Por la tarde, los Bombeiros de Deza cortaron, por precaución, unas ramas de un castaño que amenazaban con caer sobre el tejado de un pajar en Vilameá, en la parroquia rodeirense de San Xoán de Camba. Fue el alcalde, Luis López, quien requirió su presencia. Y pasadas las nueve de la noche, Protección Civil de Agolada retiró un pino que impedía el tránsito en la pista que une Berredo con A Baíña.