La oleada de robos que padece el municipio de Vila de Cruces preocupa al alcalde, Jesús Otero, que hace un llamamiento a la colaboración vecinal para que alerte de cualquier movimiento extraño.

Al hurto en las instalaciones del campo de fútbol de Piloño -descubierto el pasado jueves- se suma otro similar detectado en las dependencias de uso deportivo ubicadas en el pantano de Portodemouros, que comparte el concello cruceño con Arzúa y otros limítrofes. "Está sin ventanas, sin puertas, arrancaron el aluminio, las tuberías de cobre; está completamente desvalijado", lamenta el regidor. Asegura que la sustracción de material en dichas dependencias, que en su día sirvieron de albergue y de sede para celebrar campeonatos, se produjeron en los últimos meses. "Quedé asombrado cuando lo vi, me sorprende ver al extremo al que se está llegando", insiste.

También esta misma semana desapreció en Cruces, en menos de 24 horas, una farola que había sido derribada a causa de un accidente. "Tuvieron que pasearla por el medio del pueblo, ¿y nadie vio nada?", se pregunta Otero.

Además, la pasada semana desapareció del punto limpio una barra de acero de grandes dimensiones. El regidor reclama que "se endurezcan los controles y haya más mano dura (...) Le pedimos a los vecinos que denuncien si ven algo, que no tengan miedo". El mandatario cruceño abordó la problemática en la junta de gobierno local celebrada ayer.