Jacobo Feijóo Lamas es secretario xeral de la Asociación Sectorial Forestal Galega (Asefoga), entidad vinculada al sindicato Unións Agrarias. Analiza la reciente ley de montes aprobada por la Xunta, y la posibilidad de vender ahora directamente su madera a Ence a través del convenio con Asefoga, prescindiendo así de los intermediarios, lo que redunda en mejores precios.

-Pino y eucalipto copan la mayoría del monte en Galicia. ¿Cómo está su mercado en este momento de crisis general?

--El 90 por ciento de la madera que se corta en Galicia pertenece a estas dos especies, lo que supone unos 7 millones de toneladas por año. El precio del pino se ha desplomado y ha caído en subastas públicas desde 34 a 24 euros la tonelada en apenas 3 años. El motivo de este desplome está en la caída de la construcción que era quien demandaba pino de los aserraderos. El precio del eucalipto también cayó, aunque no hubo desplome. Se mantiene mejor porque su uso es para pasta de papel, y en este ámbito aumentaron el tamaño de las fábricas y está apareciendo además la demanda de fábricas portuguesas que vienen a Galicia a comprar eucalipto.

-¿No existe rentabilidad con otras especies como el roble o el castaño?

-La habría si existiera una industria de transformación que la demandara, pero carecemos de ella en Galicia. Ahí tenemos un reto como sector. Tal y como están las cosas en este momento el roble o el castaño, salvo excepciones, se destinan en un 80 por ciento de los casos a leña. Hay que trabajar para cambiar esa situación. Las frondosas, además de un papel medioambiental, lo han de tener económico.

-¿Y las plagas?

-Preocupan especialmente dos. Por una parte el nematodo del pino, un pequeño gusano que se detectó en la zona de Salvaterra y que urge controlar para que no se expanda. Y por otra el goniptero del eucalipto contra el solo cabe la lucha biológica porque el producto químico que su utilizaba para fumigar dejó de estar autorizado. Para esa lucha biológica hay un compromiso de la Xunta y la industria del sector para multiplicar por cuatro la producción de una avispilla que ataca la reproducción de ese insecto.

-¿No se quejan los fragueiros de estos cambios que les afectan directamente?

-Este es un acuerdo a favor de los propietarios, no contra nadie. Y en el rural gallego no sobra nadie, tampoco los fragueiros. Dicho lo cual sí que es cierto que muchos tienen que ir pensando en adaptarse a los nuevos tiempos, en los que las grandes empresas buscan el contacto directo con el propietario forestal, por lo que los fragueiros tendrán que evolucionar y transformarse en empresas de servicios.

-La ley fija distancias de plantación del arbolado. ¿Cuáles son las más importantes a tener en cuenta?

-Que no se pueden plantar eucaliptos o pinos a menos de 30 metros del recinto de cierre permanente de la finca de una vivienda, ni a menos de 10 metros del margen de una carretera, prado o cultivo, ni a menos de dos del linde con otro monte, el colindante nos puede obligar a separar esas distancias.

-¿Se deben cumplir ya esas distancias?

-De momento tenemos hasta 2014 para adaptarnos a ley y hacer un retranqueo voluntario de ese arbolado. A partir de 2014 se puede ya perseguir y sancionar.