La familia de Caldas cuya vivienda será subastada el próximo día 19 continúa a la espera de que la entidad bancaria se ponga en contacto con ellos para ofrecerles una alternativa menos drástica que la opción de desahuciarlos. "Hasta ahora nadie nos ha llamado", reconocían ayer por la tarde.

Sin embargo, después de denunciar públicamente la situación que están atravesando, desde CaixaBank le han prometido estudiar la propuesta de la familia, algo que hasta ahora no había sucedido, según lamentaba la mujer que responde a las iniciales de D.C.V. "Le proponemos que se queden con la casa que tenemos en Lanzarote y que nos apliquen una hipoteca asequible. Con esta propiedad, tasada en 296.000 euros, ya estarían más que pagados", explicaba la vecina.

La situación de la familia es tan desesperada que llegaron a enviar una carta al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo en la que le detallaban que ambos se encuentran muy enfermos, prácticamente incapacitados para el trabajo; su hijo lleva alrededor de tres años desempleado, y únicamente cuentan con unos ingresos mensuales de 402 euros. La misiva aún no obtuvo respuesta.

"No serán desahuciados"

"Esta familia no se va a ir de su casa, como mucho va a terminar en un alquiler social acorde a su situación", explicaba ayer la entidad bancaria, que apostaba por solucionar este conflicto a través del diálogo, a pesar de que calificaban el caso como "complicado".

"No habrá un desahucio. Tienen sobre la mesa la opción del alquiler social", sentenciaban.

La mala suerte se cebó con esta familia cuando el cabeza de familia, M.L.N., cayó de un tejado mientras realizaba unos trabajos, un accidente que lo dejó incapacitado.

A todo ello se sumaron los impagos que sufrió la pequeña empresa de construcción que disponían en Lanzarote y la enfermedad de la mujer, que fue despedida del hotel de Santiago de Compostela donde trabajaba ante "la imposibilidad de desempeñar ciertas tareas", según explicaba ella misma. Posteriormente sería operada hasta en varias ocasiones de dos hernias discales hasta que le diagnosticaron una artrosis severa. A pesar de ello, D.C.V. no cobra ninguna ayuda social, algo por lo que ahora está peleando.