Los comerciantes de Vila de Cruces aplazan, por el momento, su integración en el nuevo colectivo que está dispuesta a presidir Uxía Recimil. Portavoces de este sector manifiestan que están "decepcionados y desilusionados" por la amarga experiencia que supuso el finiquito de la asociación que había encabezado Loli Pallares. Pero ello no significa que no exista entendimiento entre los tenderos. Al contrario, días atrás convocaron una reunión de cara a organizar nuevas actividades y campañas, como una feria de oportunidades que se postula para el mes de agosto.

Si no oficializan una asociación, los tenderos cruceños no podrán optar a subvenciones pero, visto el resultados de la última experiencia, a medio plazo prefieren prescindir ayudar y no integrarse en ningún nuevo colectivo. Es más, la mayoría de los comerciantes del municipio muestran cierto recelo hacia la directiva que ultima Uxía Recimil, en la que también se integra María Concepción Fernández Pedreira (del bar Coyote) y una tercera mujer de la que Recimil prefirió no facilitar el nombre. "Recimil no es de aquí, acaba de llegar y por tanto no conoce qué ocurrió durante la anterior asociación", explican los comerciantes, quienes también reprueban al concello por su mediación para poner en marcha un nuevo colectivo. "Está claro que esta asociación nace debido a intereses políticos y por obra de la Mesa Local de Comercio, ya que ni siquiera tiene una directiva consolidada", apuntan, en relación a la declinación de Rubén Espiño de integrarse en la junta como vocal. En cualquier caso, Recimil ha dejado clara su intención de poner en marcha un nuevo colectivo para fomentar las compras en el comercio local y así hacer frente a la competencia que suponen las tiendas de Lalín o de Santiago.