La Iglesia será la encargada de realizar las obras de recuperación del muro posterior del templo ubicado en la parroquia estradense de Couso. Dicho muro se derrumbó a mediados del mes del enero en la que se fue la principal incidencia en la zona originada por el fuerte temporal que azotó Galicia en esas fechas. Mes y medio después de aquel suceso, la Diócesis de Santiago ha iniciado los trabajos de reconstrucción de este muro, lo que permitirá recuperar la circulación en un vial que tuvo que permanecer cortado al tráfico por precaución desde que tuvo lugar el incidente.

Según explicó el arcipreste de la diócesis, José Antonio Ortigueira, estas obras se hicieron esperar, ya que fue necesaria la creación de un proyecto que asegurase la zona para evitar nuevos desprendimientos. Además, el lugar está afectado por Patrimonio, quien marcó las pautas a seguir en la reconstrucción. Por este motivo, las obras contemplan únicamente la reposición del muro, sin cambios significativos. Según las estimaciones ofrecidas por la empresa encargada de llevar a cabo la reconstrucción, los trabajos podrían estar finalizados en un plazo de dos semanas.

Por su parte, el alcalde de barrio de Couso, Manuel Magariños, explicó que un técnico de dicha firma estuvo en la zona para analizar la situación días atrás. Así, pudo constatar la necesidad de idear un plan que asegure la seguridad de esta construcción y que evite nuevos desprendimientos en caso de que se repitan las fuertes lluvias que llevaron a su primera caída.

El alcalde de barrio explicó además que no se ha tocado ni una sola piedra desde que tuvo lugar el incidente para evitar posibles derrumbes. El propio Magariños fue el encargado de cortar la carretera el pasado día a18 de enero cuando el muro cayó sobre el vial. Hasta allí se desplazaron rápidamente efectivos de Protección Civil de A Estrada que procedieron a asegurar la zona pero que no llevaron a cabo ningún trabajo para volver a habilitarla.

Según explicaron en su día, se trata de un vial de titularidad provincial, por lo que esa labor quedaba por tanto en manos de la Diputación de Pontevedra. El organismo provincial fue de hecho el encargado de realizar un cierre mejor de la zona para impedir que los coches llegasen hasta el punto en el que las piedras impiden el paso. Finalmente será la Iglesia, propietaria de los terrenos afectados, la que tenga que realizar las obras para recuperar el tránsito por el vial y la seguridad en la zona.

Todo apunta además a que la causa del derrumbe del muro parte de la pérdida de nivel de la calzada con el paso de los años. Este hecho hizo que el muro perdiese su punto de apoyo y que se derrumbase con la acumulación de agua.

En cuanto al hecho de tener que cortar la carretera durante tantos días, el alcalde de barrio señaló que no se interrumpe la circulación en ninguna arteria principal en la zona ni se priva de servicios ni de acceso a ningún vecino. El principal problema para vecinos y personas que pasen por el lugar es el tener que dar un pequeño rodeo para llegar a su destino o bien tener que dar la vuelta para acceder por una desviación anterior.