Las máquinas irrumpieron ayer en la travesía de la N-541 a su paso por el casco urbano de Cerdedo para comenzar con el fresado de la calzada, la primera de las actuaciones que están llamadas a incrementar la seguridad vial en un tramo con una importante concentración de accidentes de tráfico, un aspecto que se atribuyó al deterioro del firme y a su escasa capacidad de drenaje.

El primer paso para poner solución a esta problemática, tras las gestiones realizadas por el alcalde ante la ministra de Fomento, el Director General de Carreteras o los jefes de la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia y la Unidad de Carreteras de Pontevedra, consiste en el fresado y la nueva capa de aglomerado que se está aplicando sobre este firme. No obstante, queda pendiente un parte importante de la actuación, en este caso consistente en la aplicación de una capa especial de antideslizante sobre el asfalto, que contribuirá a que la superficie tenga una mayor durabilidad y resistencia.

En todo caso, fuentes municipales explicaron que esta actuación se realizará cuando se incrementen las temperaturas, ya que lo ideal es aplicar este aislante cuando el termómetro supera los 12 grados, bajo la pretensión de lograr un mejor efecto y una mayor duración.

"Debemos de tener especial consideración con esta zona, ya que los accidentes están ocurriendo en uno de los puntos más transitados de la travesía, y es donde se encuentran la mayor parte de los comercios de Cerdedo y, aunque de momento no tuvimos que lamentar ninguna desgracia humana, en cualquier momento sí pueden ocurrir desagradables desenlaces", apuntó el alcalde, José Balseiros. Desde el Concello se señala que los coches aparcados en el arcén y el mobiliario urbano actúan en muchas ocasiones de barrera ante los peatones que transitan por las aceras.