El estradense José Antonio Sala Loureiro figura entre la decena de detenidos en Galicia por funcionarios de Aduanas, dependientes de la Agencia Tributaria del Ministerio de Hacienda, en el marco de una importante operación que está en marcha en Galicia en relación con un presunto fraude del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) de millones de euros.

Cerca de una quincena de funcionarios de Aduanas permaneció durante toda la mañana de ayer en el domicilio de este detenido, sito en la parroquia estradense de Lagartóns, a mano derecha según se circula en dirección descendente desde A Estrada hacia Silleda. Fuentes presenciales indicaron que el registro se prolongó aproximadamente entre las 8.30 y las 14.30 horas de la mañana.

Fue tan solo uno de los registros que funcionarios de Aduanas realizaron a lo largo de ayer en diversos puntos de la geografía gallega, donde también se practicaron otras detenciones hasta contabilizarse la decena ya mencionada. Según fuentes consultadas por esta Redacción, la operación -que continuaba abierta a última hora de ayer- afecta especialmente a la provincia de Pontevedra. La realizan funcionarios de Aduanas para desarticular una organización a la que le atribuyen un presunto fraude de IVA millonario que se realizaría por vía informática con movimiento de mercancías por toda Europa.

La presencia de 3 coches sin identificación oficial externa y de una quincena de funcionarios identificados con chalecos de Aduanas suscitó ayer la curiosidad vecinal. José Antonio Sala es un viejo conocido de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que le vincularon con al menos una operación anterior ligada al fraude fiscal.

Asimismo, se da la circunstancia de que la madre del estradense detenido ayer, María Paz Angelita Loureiro López, vecina de Bailás en Goiás (Lalín) se convirtió tristemente en noticia el 6 de abril de 2012 al aparecer moribunda con dos tiros en la cabeza tras la puerta de su casa, en un crimen aun por resolver en relación con el que la Guardia Civil llegó a investigar a su entorno. Semanas antes de su muerte, la fallecida le pidió a un vecino que si le ocurría algo cuidase de sus animales.