La planta de biogás construida en la finca de Mouriscade, propiedad de la Diputación, se puso en macha como modelo para la reducción de costes en las explotaciones ganaderas y obtener un abono de mejor calidad con los excedentes del proceso de combustión.

La instalación fue inaugurada ayer oficialmente por los conselleiros de Industria; Francisco Conde, Medio Rural; Rosa Quintana, y el presidente de la Diputación provincial, Rafael Louzán. Acompañados del alcalde de Lalín, José Crespo, y del delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, la planta es pionera en España y sus primeras conclusiones servirán de referencia para la aplicación del biogás como combustible para las granjas y abaratar los costes de producción. En una primera visita al laboratorio de la finca, que dirige María Hermida, la representante de la firma Energylab, Rocío Fernández, indicó que esta instalación permitiría un ahorro de 19.000 euros anuales en una granja tipo como la de Mouriscade, con un centenar de cabezas de vacuno. La planta costó 230.000 euros y en su puesta en marcha se implicó la Consellería de Industria y la Diputación. Está preparada para generar 30 kilovatios, que permitirían abastecer de suministro a la explotación ganadera, aunque su viabilidad estaría condicionada, en gran parte, a que se retomasen las ayudas a las energías renovables que fueron suspendidas temporalmente por el gobierno central. La planta se abastece de los purines de los animales y de materia orgánica como restos de paja y otros elementos que se depositan en una balsa. Desde allí se canalizan a una estructura en la que el material se somete a temperaturas superiores a 30 grados, quedando el gas en la parte superior de la planta, mientras que la materia orgánica que se emplearía luego como fertilizante va a otro depósito. Rocío Fernández indicó que tras los 25 días que dura el proceso se genera la energía y se obtiene un abono de, incluso, mejor calidad que el purín. Además, este tipo de plantas tienen un beneficio ambiental, pues se calcula que se rebajan en 63 toneladas las emisiones de CO2 a la atmósfera en sus 30 años de vida útil. La construcción de esta infraestructura que se tomará como referencia para otras granjas fue posible por la implicación de Industria, que firmó un convenio con Energylab, en 2010, para su creación en la finca situada en la parroquia lalinense de Vilanova.

Francisco Conde indicó que esta infraestructura representa lo que debe ser el modelo de colaboración entre administraciones y que los resultados que de ella se obtengan contribuirán a "modernizar las explotaciones, además de conseguir un impacto directo sobre el medio ambiente". En el aspecto económico cabe apuntar que, pese a que gran parte de la maquinaria no se comercializa en España, durante la construcción de la planta se generaron seis empleos directos y una decena indirectos.

La titular de Medio Rural incidió en la apuesta del gobierno gallego por impulsar iniciativas como esta, pese a "los mensajes negativos que pretenden mandar algunos". Defendió la política de su consellería en la protección del agro aludiendo a que mientras en otras zonas de España la cuota láctea baja, en Galicia se incrementa y cada vez con explotaciones más grandes y competitivas. Louzán, después de bromear sobre la necesidad de dotar a Lalín de un puerto para que las materias primas lleguen antes a Mouriscade, reiteró su voluntad a que el nuevo laboratorio se licitase cuanto antes. Crespo, por su parte, dijo que plantas como esta son algo más de un complemento para las granjas, sobre todo, en la reducción de costes.