Los constantes ataques del lobo a la cabaña bovina y equina de la cooperativa estradense Monte Cabalar ha matado al 70% de los potros nacidos en 2012. Este es el aterrador y descorazonador balance que la entidad realiza del pasado ejercicio, a consecuencia de la presión diaria que el depredador ha venido ejerciendo sobre sus reses a lo largo de todo el año, según confirmó su presidente, Fuco Barreiro.

Este daba cuenta de estos datos tras confirmar a esta Redacción que un nuevo ataque del lobo se había cobrado ya la primera víctima mortal de 2013. El potro fallecido era un viejo conocido del lobo, que ya le había tenido en su punto de mira en dos ocasiones anteriores pero sin lograr entonces terminar con su vida. El primer ataque lo había sufrido cuando apenas contaba un mes de vida. Sufrió importantes heridas en la barriga, en el costado y cerca del cuello. La segunda vez que intentó matarlo fue el pasado 14 de agosto, a plena luz del día, dentro del cierre electrificado de que dispone la cooperativa en torno a su nave de Fontefría (donde se recuperaba del primer ataque, en compañía de su madre) y ante el atónito personal de la cooperativa, que tuvo que acudir en su ayuda para salvarle la vida. Entonces, el lobo le dejó en paz y se quedó observando a unos 20 metros. Pero el potrillo en los últimos días no tuvo tanta suerte. Estaba pastando en un cierre interior de Fontefría, a 300 metros escasos en línea recta de la nave de la cooperativa. Estaba con terneros y vacas jóvenes que huyendo del lobo lograron reventar el citado cierre interior. El potro no tuvo tanta suerte y pereció.

Se inaugura así la nómina de reses de Monte Cabalar muertas por la acción de las fauces del lobo en el presente año 2013. Llueve sobre mojado. De hecho, cabe recordar que ya en verano esta Redacción informó de que el ataque diario deldepredador a la cabaña de Monte Cabalar había logrado reducir al mínimo su producción anual. Asimismo, la huella de su terrible acción también se imprime sobre la hoja de ruta que marca el trabajo diario en la cooperativa.

Esta ve acrecentarse su preocupación con cada nuevo ataque. Y no es para menos. Como ya confirmaba Fuco Barreiro a esta Redacción el pasado mes de agosto, desde la puesta en marcha de la cooperativa hace ya varios años, la entidad ha venido constatando el progresivo incremento de la población del lobo. Y ese crecimiento se traduce en un espectacular aumento de los ataques contra la cabaña bovina y equina de Monte Cabalar.

A las cuantiosas reses muertas, la entidad debe sumar las pérdidas económicas que se derivan de la recuperación de los animales que consiguen sobrevivir al ataque del lobo.

Y es que, como ya informó hace meses esta Redacción, esas reses que sobreviven a menudo sufren -como consecuencia del estrés- paradas de crecimiento y problemas de salud ocasionados por la bajada de defensas.

Monte Cabala ya detalló los ataques sufridos y las "tremendas" pérdidas que viene sufriendo en un informe que le remitió hace meses a la Xunta. Entonces, explicaba a esta Redacción que el plazo legal de 24 horas estipulado para denunciar los ataques de lobo le impedía denunciar el 90% de los continuos daños que sufría. Y es que esta cooperativa estradense explicaba que tenía su ganado bovino y equino pastando en extensivo por vastas superficies de monte y, por tanto, no lo veía cada día, de modo que a menudo cuando su personal se percataba de que el lobo se había cobrado una nueva res ya era demasidado tarde para presentar denuncia. Además, incluso cuando hay denuncia en plazo, la Xunta paga el 60% del importe de la factura del veterinario pero el ganadero pierde el 40% restante y la indemnización tarda hasta un año en cobrarse. Así las cosas, la situación es insostenible.