La Agrupación Estradense para a Defensa do Rural e do Urbano (Aedru) emitió ayer un comunicado que surge tras la aprobación provisional del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en el pleno del pasado martes. Dicho pleno sirvió para demostrar el conflicto entre el secretario municipal, José Naveira, y el gobierno. El primero sin embargo contó con el apoyo de la asociación, cuyos integrantes reclamaron al alcalde, José López Campos, que le dejase intervenir a pesar de que informaba desfavorablemente del plan urbanístico.

Desde Aedru volvieron a mostrar su apoyo al secretario a través de su comunicado y anunciaron que en el día de ayer presentaron un escrito en el registro municipal en el que piden que el secretario realice un informe sobre el PXOM. Además, entregaron un informe técnico particular en donde se relatan "algunas de las irregularidades" que para ellos presenta este plan.

La asociación explicó en este sentido que "a pesar de ser ignorados por el alcalde, presentaremos en los organismos que estimemos oportunos nuestro informe ampliado para que sea valorado e incorporado al plan, dado que no se nos dio oportunidad a los ciudadanos de presentar alegaciones cuando los cambios sustanciales son evidentes, tal como relata el informe del secretario, que es el encargado de velar por la legalidad".

Igualmente manifiestan que "el Tribunal Superior de Xusticia de Galicia y el Tribunal Supremo avalan la presencia de los ciudadanos para que tanto la Xunta como el Concello nos escuchen como parte interesada en el proceso de este plan. Por lo tanto, al ignorarnos nos llevará de nuevo a los tribunales, y parece ser que eso es lo que pretenden, pues ya lo dijo el alcalde en el pleno. Eso demuestra que ya sabe que el PXOM no cuenta con las garantías que debe contar y no parece importarle meter a los vecinos en pleitos. Exigiremos responsabilidades a quien intenta hacer callar las voces de un pueblo que ya está harto de que no lo escuchen".

Por su parte, Anova ofreció ayer su valoración sobre el PXOM que pretende aprobar el gobierno local, calificándolo como "una ocasión perdida para muchos vecinos que tenían intenciones de construir su vivienda en núcleos rurales". La formación de izquierdas criticó el plan por la falta de contemplación de las concentraciones parcelarias y sus nuevos viales, lo que hace que se ocasione un perjuicio a los vecinos afectados por las concentraciones.

Igualmente, señalaron que les parece "un despropósito" cambiar la cualificación de la calle 20 -desde A Farola hasta la Antón Losada- de suelo urbano consolidado, como constaba en el plan de 2009, a suelo urbano no consolidado. Para Anova, esta calle cuenta con todos los servicios para ser suelo urbano consolidado.

Por último, lamentan que un plan "restrictivo" no contemple la ampliación de los núcleos rurales para construir según las alegaciones de los vecinos.