En su momento económico más crítico, con los precios de la leche muy por debajo de los costes de producción, los ganaderos se enfrentan ahora a un nuevo varapalo: El pago de la supertasa. La Industria ha comunicado vía burofax, a varios productores de las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes que tienen que abonar sus multas por los excesos de la campaña 1996/1997. Estas oscilan entre los 100 y los 3.000 euros, dependiendo del volumen de kilos de leche que cada ganadero haya superado con respecto a su cuota asignada hace 16 años.

Todas las notificaciones de las que tienen constancia los sindicatos en la zona han sido enviadas por la empresa Puleva Food S.L. Unipersonal, aunque no se descarta que pueda haber más industrias que sigan el mismo procedimiento. Los afectados podrían contarse por cientos en ambas comarcas. Solo en A Estrada, el Sindicato Labrego Galego (SLG) tiene conocimiento de al menos diez casos, aunque hay más de medio centenar de ganaderos que tramitaron en su oficina la reclamación contra el pago de la supertasa, hace más de doce años. No obstante, también existen productores de Silleda y Lalín, en un número también por determinar, que han recibido la misma comunicación.

En la misiva, Puleva -adquirida por la francesa Lactalis hace dos años-, explica que ha ingresado en el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) el importe de la liquidación por concepto de Tasa Suplementaria correspondiente a la campaña 1996/1997. Y es que, en primera instancia, fueron las industrias las que asumieron el pago de la supertasa, que luego reclamarían a los ganaderos. Estos tuvieron ocasión de alegar ante el Ministerio de Agricultura, y lo hicieron, en su gran mayoría entre 2000 y 2001. Desde entonces, aguardaban la resolución a esa reclamación. Ahora parece haberles llegado.

Puleva deja claro en la misma carta que el ganadero está "obligado al pago de la deuda", puesto que en "caso contrario, nos veremos en la necesidad de formular la correspondiente reclamación", concluye el escrito, no sin antes indicar un número de cuenta en el que efectuar el abono.

Las notificaciones han cogido por sorpresa a los sindicatos, que han puesto los casos en conocimiento de sus asesores jurídicos. El SLG comprobará en qué situación están los recursos presentados por los ganaderos hace más de una década y preguntará al Ministerio si la exigencia de pago parte de la Administración o directamente de las industrias. "En cualquier caso, esto no es muy normal", admite su responsable en la zona, Marcos Louzao.

El sindicalista no descarta que el hecho de que por el momento únicamente sea Puleva la que reclama, pueda obedecer o bien a un trámite de empresa "para poner todo al día" tras su operación de compra por parte de Lactalis, o bien a "una represalia" de esta última contra clientes que han cesado recientemente su contrato. "Pasa en una zona en la que hubo cambios. Si se confirma, es un castigo lamentable contra la libertad de los ganaderos a cambiar de industria", defiende Louzao. En todo caso, este es un extremo que está por confirmar.

Por su parte, el responsable de Unións Agrarias en la zona, Román Santalla, tiene constancia de varios afectados en Silleda y Lalín y no descarta que haya más en otros municipios. A su juicio, es "inexplicable" que las multas lleguen 16 años después.