El Concello de Lalín está obligado a renovar, al menos hasta finales del próximo año, el servicio de alquiler de bicicletas. Bicidadáns, fue puesto en marcha en septiembre de 2010 con una subvención del Instituto Enerxético de Galicia (Inega) que ascendió a 140.000 euros y el compromiso, según reconocieron fuentes municipales, de mantenerlo activo hasta finales de 2013. "En caso contrario pederíamos la subvención, por lo que tendremos que licitarlo de nuevo de cara al próximo año", afirma el concejal de Deportes, José Domínguez Caballero.

El edil admite que el programa no está resultando todo lo atractivo que cabía esperar y los en torno a medio centenar de velocípedos apenas son utilizados por los lalinenses. Por tanto, no se descarta que, una vez se cumplan las condiciones del pliego, el Concello prescinda del alquiler de bicicletas. Desde su puesta en marcha, por el anterior grupo de gobierno, el servicio de alquiler no cuajó, hasta el punto que este año ya ni se habilitaron las cuatro bicicletas eléctricas del total de medio centenar y las existentes se mantienen en desuso en los cuatro puntos de recogida habilitados desde entonces: la Praza da Torre, las inmediaciones del estadio Manuel Anxo Cortizo, la estación de autobuses y las proximidades del pabellón municipal.

La empresa Ingenia Soluciones fue la gestora de esta prestación que costaba al Concello 48.000 euros anuales, cuantía que comprendía, entre otras cuestiones, su mantenimiento. Ahora, Domínguez asevera que se abona a una empresa algo más de 12.000, a los que hay que añadir otros 3.000 por el mantenimiento de los sistemas digitales de tarjetas para recoger las bicicletas. Mediante este mecanismo, habilitado hace casi dos años, el usuario solamente debía recoger una tarjeta en el pabellón y ahorrarse unos 15 céntimos del mensaje de texto de teléfono móvil. Hasta entonces era necesario que los vecinos realizasen de esta forma su solicitud de préstamo y la posterior retirada de las bicicletas en alguno de los puntos habilitadas. El ejecutivo anterior también tuvo discrepancias con la concesionaria del servicio por no cumplir con el compromiso de recogerlas por la noche, sobre todo en las noches de invierno, para evitar su deterioro.

Prueba de que el servicio es deficitario son los 1.000 euros de ingresos consignados en los presupuestos municipales de este año para alquiler de bicicletas. Así, el Concello estimó que solo 66 vecinos pagarían los 15 euros anuales que cuesta el préstamo de un velocípedo.