La última factura de consumo eléctrico ha hecho pensar, y mucho, al gobierno estradense. Y no es para menos. El recibo que acaba de trasladarle Fenosa al ayuntamiento hace referencia al gasto durante el pasado mes de marzo y se cifra en la friolera de 126.000 euros. Extrapolando esta cantidad a las doce mensualidades, el desembolso que este consumo arrojaría para las arcas municipales sería de 1,5 millones de euros, según los cálculos realizados en la mañana de ayer por el propio alcalde, José López Campos, que reconoció que este consumo se produce todavía después de haber realizado un apagado selectivo de puntos de luz y de prescindir del continuo recurso a los servicios de bombeo gracias a la puesta en marcha de la nueva traída de agua desde el río Umia. Así las cosas, el jefe del ejecutivo estradense aseguró que se está valorando la posibilidad de realizar una auditoría de la situación real del gasto energético, tanto en lo que concierne al alumbrado público como al coste energético de los edificios públicos.

López reconoció que es "difícil entender" cómo en el siglo XXI un ayuntamiento no tiene un plan director de alumbrado público que incluya un inventario de todos los puntos de luz distribuidos a lo largo y ancho del término municipal, contabilizando en paralelo cuántos contadores existen y qué potencia se encuentra contratada. El munícipe estradense reconoció que en estos momentos la administración municipal desconoce toda esta información, teniendo que limitarse a abonar las facturas que le son remitidas. "Es un desastre", asumió.

"El coste energético del Concello ahora mismo no es asumible, ni medioambiental ni económicamente", declaró el mandatario, que entiende que las cifras que marcan las facturas que ha de abonar el ayuntamiento reflejan un "derroche de gasto energético brutal". Apuntó que este gasto hace que la compañía eléctrica sea el mayor proveedor de la administración municipal, y que el importante desembolso anual lo convierte en el segundo gasto más cuantioso del ayuntamiento después del capítulo de personal. En esta misma línea, apuntó que el consumo eléctrico se lleva el 10% del presupuesto estradense para todo el año.

El alcalde también señaló que a lo largo del año se producen muchas variaciones en la tarifa pero que, al no contar con un inventario de contadores y puntos de luz, al Concello le resulta difícil realizar una lectura de las propias facturas. Reconoció que la única posibilidad sería ver el consumo real en kilovatios pero también aseguró que "hoy por hoy no hay forma de hacerlo". "Lo único que hacemos es pagar", señaló, para luego añadir que el recorte de este gasto es "la mayor asignatura pendiente" en la que se centrará pronto el ayuntamiento.

En este contexto, López Campos consideró que es preciso acometer medidas de ahorro energético como las tomadas al suprimir algunos puntos de luz en el alumbrado púbico o la utilización de luminarias de bajo consumo. Sin embargo, consideró que para meter tijera a esta factura no será suficiente y que es preciso tener un conocimiento exhaustivo de por qué se realiza un gasto tan cuantioso. Para tomar medidas y optimizar las infraestructuras que posee el ayuntamiento, el dirigente local consideró que sería preciso contar al menos con información relativa a la instalación existente, los cuadros de mando, contadores, sistemas de apagado y encendido o el número de puntos de luz, entre otros.

Indicó que el Concello mantuvo ya contactos con algunas empresas y que a partir de septiembre comenzará a trabajar para superar esta asignatura pendiente.

Ahorro de 120.000 euros anuales al apagar más de 2.000 puntos

El consumo energético del Concello de A Estrada continúa siendo muy alto a pesar de la campaña de supresión de puntos de luz en el rural que se entendieron de carácter prescindible. En este sentido, el regidor estradense aseguró ayer que se apagaron más de 2.000 puntos, estimando que ello arroja un ahorro de unos 120.000 euros al año. Sin embargo, esta cantidad, aunque importante, sigue siendo reducida sobre un montante anual tan elevado, de ahí la intención del ayuntamiento de realizar un estudio pormenorizado del gasto a fin de poder meter tijera. Incidió también José López en la necesidad de buscar la eficiencia energética en los edificios administrativos.

27.000 euros menos que en el primer semestre del año pasado

Aunque subraya las variaciones de las facturas de consumo energético a lo largo del año, el alcalde de A Estrada insistió ayer en que una compartiva entre el primer semestre de este año y el mismo período de 2011 revela un ahorro de 27.000 euros, si bien agobó por la necesidad de seguir bajando estos niveles.

Estudian conveniar el servicio de recogida de basura

En otro orden de cosas, el alcalde de A Estrada también puso sobre la mesa otra de las asignaturas que su gobierno se marca como pendientes: mejorar el servicio de recogida de basura. En este sentido, además de reconocer que se trata de una prestación deficitaria –supone un desembolso de un millón de euros al año y reporta unos ingresos 600.000– dijo que "también es muy deficiente". Es por ello que reconoció que el gobierno se está planteando la posibilidad de incorporarse al consorcio para la recogida de basura que se impulsa desde la Diputación de Pontevedra, pensando en una población de 220.000 habitantes. Informó de que el miércoles estuvo en una reunión sobre este asunto y consideró que "lo ideal sería buscar una fórmula conjunta de gestión que nos permita tener un servicio de más calidad". En caso de integración, A Estrada sería de los municipios con mayor volumen de población de los consorciados.

El mandatario local también reconoció que es preciso realizar una actuación importante en el parque de contenedores con que cuenta el municipio, reconociendo que muchos se encuentran en mal estado, al igual que los vehículos que se encargan de la recogida. Apuntó que en el último año el ayuntamiento gastó más de 20.000 euros en la reparación de estos vehículos de recogida de basura pero que siguen precisando una renovación.

El alcalde apuntó que A Estrada genera una media de 20 toneladas de basura al día y que el servicio posee un coste directo de 700.000 euros al año por la recogida y otros 400.000 por su traslado a Sogama. Recordó que esta entidad cobra por tonelada, por lo que incidió en que será necesario realizar campañas para promover un depósito selectivo de la basura para evitar pagar por residuos impropios que son arrojados a los contenedores verdes (basura orgánica).

Subrayó que es preciso dar un "salto de calidad" en esta prestación y asegurar, además, un parque de contenedores con un apropiado mantenimiento.