Cada uno habla de la feria según le va en ella. El dicho popular es de total aplicación a la Semana Verde de Galicia que anoche cerraba sus puertas después de cuatro jornadas de actividad. La disparidad de valoraciones entre expositores y compradores va en función de las expectativas de cada quien. No obstante, si en algo coincidían los vendedores era en el aumento de público con respecto a otras ediciones; las discrepancias surgen a la hora de valorar el negocio realizado. El sentir mayoritario entre los expositores era que la crisis retrae el bolsillo a la hora de comprar, aunque también había quien se mostraba satisfecho, caso de muchos comerciantes de Silleda, que lograron deshacerse de buena parte de su stock. Entre los visitantes también se palpaba el repunte de público, pero se echaba en falta que no sucediese lo mismo con los expositores. "Hubo un bajón hace unos años y aún no ha logrado recuperarse, no hay tanta oferta como antes", decía un joven de la zona y asentía un veterano expositor.

El certamen contó con 667 firmas expositoras, 550 directas y 117 indirectas. Procedentes de 14 países, ocuparon una superficie de 56.580 m², en los que destacaron las empresas de alimentación, decoración, mobiliario, automoción, artesanía, jardinería, ganadería autóctona, mascotas, bioenergía, alimentación y venta directa de gran variedad de productos y servicios. A esta área expositiva se sumó un completo programa compuesto por más de 80 actividades distintas, lo que supuso una cifra récord para el certamen. Todo ello, unido a la entrada gratuita a la feria, tuvo como resultado una afluencia masiva de visitantes y volvió a convertir a la Semana Verde de Galicia en el mayor certamen multisectorial de muestras y ocio del noroeste peninsular.

La Semana Verde se consolida como un gran certamen multisectorial de muestras y ocio al tener este nuevo modelo el respaldo del público y contar con una asistencia estimada de 110.000 visitantes. Esta cifra supone un éxito de participación que ya se pudo ver los primeros días de feria y que se mantuvo ayer, a pesar de las condiciones meteorológicas, o quizás, precisamente, debido a ellas.

Lejos de perjudicar, la lluvia pudo ejercer como imán para muchos visitantes que, con otras condiciones meteorológicas, se hubiesen decantado por un fin de semana de playa o montaña, pero al aire libre. No obstante, el mismo elemento favorecedor de la afluencia de visitantes también repercutió negativamente en el programa ferial y obligó a cancelar algunas, aunque pocas, de las actividades previstas. Fue el caso de un par de exhibiciones caninas a cielo abierto.

Por lo demás, el programa ferial se desarrolló con normalidad. En el Salón de Alimentación del Atlántico (Salimat), además de las habituales degustaciones, el stand de DepoDeza se centró ayer en la gastronomía de Vila de Cruces; los pinchos de gallo de curral con arroz elaborados por José Luis Iglesias, del restaurante Cabanas (Lalín), fueron los protagonistas, mientras que el vino corrió a cargo de las bodegas Castro Brey, de Camanzo. Y funcionó el aula de catas de la Consellería do Medio Rural e do Mar, ayer a base de rodaballo de crianza, vieiras de las rías, lacón, grelos y castañas de las indicaciones geográficas protegidas de Galicia, vinos de las denominaciones de origen Valdeorras y Monterrei y aguardientes y licores tradicionales.

Precisamente, la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, repitió visita institucional a la feria acompañada por el director xeral de Desenvolvemento Rural, el lalinense Antonio Crespo. Ayer paseó por el pabellón de ganadería, que había sido excluido del recorrido de la comitiva inaugural del jueves, en la que también había estado Alfonso Rueda, titular de Presidencia y presidente de la Fundación Semana Verde de Galicia. Quintana intercambió impresiones con los expositores y asistió a varias actividades centradas en el can de palleiro, como la primera demostración de ayuda a personas con minusvalías que realizan perros de esta raza autóctona gallega. A continuación, la conselleira visitó el Salón de Alimentación.

Como queda dicho, el can de palleiro mostró por primera vez ayer sus habilidades para ayudar a personas minusválidas. Diversos propietarios con distintas minusvalías efectuaron actividades de su vida cotidiana con la ayuda de su perro, en un decorado en donde los animales abrieron puertas y cajones, acercaron zapatos y ayudaron a vestirse. Las exhibiciones de esta raza, que destaca por su estabilidad y equilibrio psíquico, despertaron gran expectación entre los presentes. La utilidad del perro pastor de Galicia por excelencia –emparentado con el alemán o el belga– en la ayuda a personas que sufren discapacidad se enmarca en el proceso de valorización, dignificación y divulgación de esta raza autóctona emprendido por el club Can de Palleiro, con sede en Coles (Ourense).

Las actividades caninas, junto con las equinas, centraron buena parte de la programación del fin de semana en Silleda. Ayer hubo dos partidos de horseball (baloncesto a caballo) entre Cabaleiros do Deza y Cabaleiros do Salnés. Los de la costa vencieron tanto en la competición de la mañana (por 8 puntos a 7) como en la de la tarde (6-4). Y se repitió la rapa del Curro do Campo do Oso, localidad lucense entre A Pastoriza y Mondoñedo.

Robos de carteras

Quienes también hicieron notar su presencia en la feria fueron los carteristas. Hubo robos de carteras, monederos y otros objetos personales. Así, tanto los efectivos de seguridad privada de la feria como la Policía Local de Silleda recibieron varias carteras, la mayoría con documentación pero sin dinero, que les entregaron particulares que las hallaron en distintos puntos del recinto y su entorno. Algunas habían sido extraviadas por sus dueños, pero la mayoría fueron objeto de saqueo por especialistas en este tipo de hurtos.