"Esto no es un adorno; es una herramienta de trabajo para conseguir que nuestras villas y ciudades sean visitadas". Son palabras el escultor compostelano Cándido Pazos, que en la mañana de ayer asistió a todo el proceso de instalación del Monumento al Salmón que él mismo diseñó como reclamo turístico para A Estrada, una obra que pretende exaltar la tradición salmonera que, tanto en la mesa como a pie de río, atesoran estas tierras bañadas por el Ulla.

Haciendo gala de esa humildad que acostumbra a caracterizar a quienes son verdaderamente grandes en lo suyo, el escultor quiso ceder todo el protagonismo a la Escola de Canteiros de la Diputación de Pontevedra y, de modo especial, al alumno Francisco Castro Freijo. "Es muy fácil dibujar pero muy difícil tallar", apuntó, incidiendo en que el artífice de la escultura que él ideó fue el cantero que ayer se afanaba –bajo la atenta mirada de Pazos, técnicos y curiosos– en dar los últimos retoques para la colocación de la pieza.

El salmón reposa sobre una gran base, dos pétreas piezas de granito salvaje procedentes de una cantera lalinense. Colocado en un extremo de la nueva plaza pública creada en la Porta do Sol, mide 3,10 metros de altura, por 0,88 de ancho y 1,80 de largo, con un peso total de 6.000 kilos. A pesar de estas seis toneladas, su forma es muy estilizada. Cándido Pazos desveló que, para que la cola soporte todo el peso del cuerpo del salmón decidió darle un alma de acero, de tal manera que el interior se vació, se concibió en acero y se logró aligerar el conjunto.

"Estoy muy satisfecho", continuó el escultor, que incidió en que la Escola de Canteiros de la Diputación logró plasmar a la perfección su concepción de este monumento. Indicó que estuvo acudiendo al centro una vez por semana y que hizo una maqueta en 3D en plata. En este sentido, quiso trasladar sus sinceras facilitaciones tanto al dirigente de la escuela, Enrique Velasco, como al alumnado.

El reconocido artista –posee varias esculturas urbanas en distintas villas y ciudades de Galicia y del resto de España, en el Parlamento Europeo o en el Vaticano, entre otros lugares– explicó que lo que pretende con este tipo de obras en crear "símbolos" en villas y ciudades gallegas para potenciar el turismo. "Voy buscando cuál es el símbolo ideal e intento poner mi granito de arena para poder conseguir una identidad propia", explicó. De ahí que considere que estas esculturas, al margen de su belleza estética, han de servir como una herramienta para la dinamización turística y, por tanto, de la actividad económica. En esta línea, consideró que el salmón es "el símbolo perfecto para la promoción de A Estrada". Indicó que ello contribuye a crear para la villa una identidad propia, a la que reconoce una arraigada y aplaudida gastronomía, citando como ejemplos establecimientos situados en el propio entorno de la Porta do Sol, caso del restaurante Nixon para la degustación del salmón o el cocido de Casa Trabazo.

Iluminación

El Monumento al Salmón se completará ahora con la instalación de la iluminación, a la que Pazos quiso atribuirle una especial importancia. Explicó que el sistema elegido será empotrado en el suelo. De este modo, además de poseer un carácter antivandálico, iluminará de forma tenue la escultura, sin deslumbrar, propiciando que la luz no estalle demasiado contra el granito. Entiende que ello podrá darle a la obra un "aspecto mágico". La instalación de esta escultura arrancó en la mañana de ayer en la Porta do Sol a las 11.00 horas y se prolongó durante buena parte de la mañana. Las labores fueron supervisadas por muchos vecinos y comerciantes de la zona, que quisieron comprobar el resultado del trabajo. Algunos incluso se acercaron hasta el escultor para trasladarle sus felicitaciones.