Cerca de 10.900 vehículos utilizan cada día la autovía que está llamada a unir el Concello de A Estrada con Santiago de Compostela, la AG-59. En concreto, durante el último año de referencia, el ejercicio 2011, los datos de aforos facilitados por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestrutras revelan una intensidad media de tráfico de hasta 10.827 automóviles por este vial de alta capacidad. No obstante, cabe aclarar que las memorias de tráfico que baraja el citado departamento autonómico dividen el estudio de la intensidad circulatoria por esta autovía –cuya primera fase une la capital compostelana con A Ramallosa– en tres tramos.

En todo caso, los datos y fichas de aforos facilitados por la Xunta a esta Redacción evidencian una reducción del número de vehículos que, como media, utilizaron la AG-59 durante 2011, una situación que entra en claro contraste con la tendencia alcista que el tráfico por esta autovía venía manteniendo desde la inauguración del primer tramo, a finales de 2008. De hecho, en cifras globales, en 2010 la intensidad media diaria del primero de los tramos en los que se divide esta memoria de tráfico llegaba a situar en la AG-59 a 11.882 vehículos por jornada.

Centrando el análisis por estos tres tramos de la primera fase de la autovía A Estrada-Santiago, el primero de ellos sería el que une la ciudad del Apóstol (desde la AP-53) con el enlace de Tras do Eixo (AG-58), trayecto al que la memoria de aforos atribuye el nombre de Os Tilos. Este recorrido, el más próximo a la capital gallega, registró en el último año una circulación media de 10.827 vehículos cada día, frente a los 11.882 del ejercicio anterior. Estas cifras arrojan un descenso de 1.055 coches por jornada. La evolución de la intensidad media diaria de tráfico en este tramo de la AG-59 sería de 6.205 vehículos en 2008 (hay que incidir en que solo funcionó durante los últimos meses del año), que subirían a 9.028 durante 2009 y se incrementarían hasta los 11.882 indicados para 2010, experimentando el acusado descenso señalado en el transcurso del último año.

El segundo tramo supervisado por esta memoria de aforos en la autovía es el que va desde el enlace de Tras do Eixo hasta el enlace con la CP-8201, un trecho designado como Os Verxeles. En la recta final de 2008 había contabilizado 4.520 vehículos al día, que se elevaron a 6.711 en 2009 y llegaron a 8.832 en 2010. Sin embargo, durante 2011 se experimentó un descenso en la intensidad media de tráfico, de modo que circularon por esta parte de la AG-59 265 vehículos menos, concluyendo el año con un promedio de 8.567 automóviles por jornada.

En cuanto a la tercera parte analizada de esta autovía, desde Penelas hasta Cacheiras –por tanto el más cercano al concello estradense de los tres tramos analizados en esta memoria de la Xunta–, es el trayecto que menos vehículos al día perdió, si bien también descendió durante 2011 en 209 vehículos diarios con respecto a 2010. En concreto, en el último año su tráfico medio fue de 2.873 vehículos, frente a los 3.082 que había contabilizado el ejercicio anterior. En los últimos meses de 2008 arrancó con un aforo de 2.110 vehículos por jornada y los subió a 2.608 en 2009.

Baloira-Pontevea

La reducción de la intensidad media de tráfico en la autovía AG-59 comparte la tendencia descrita por la memoria de aforos en relación a la red provincial para la comunicación de A Estrada con Santiago. No en vano, como ya publicó FARO, el tramo que discurre entre el municipio estradense y Pontevea –mayoritariamente utilizado por los ciudadanos que se desplazan con frecuencia a Compostela por motivos de trabajo y estudios, principalmente– también registró un descenso de tráfico en el último año. Así, los últimos datos aportados revelan una media de 8.500 vehículos al día circulando entre Baloira y Pontevea durante 2011, 350 automóviles menos por jornada en la PO-841 que en el año anterior.

Esta tendencia, que contrasta claramente con la descrita en ejercicios precedentes, podría encontrar su explicación en una disminución de los desplazamientos por múltiples efectos de la situación económica, desde el desempleo hasta el incremento del precio de los carburantes. Esta situación podría sumarse el descenso de las matriculaciones o la apuesta por el uso de transporte público o compartido para reducir costes.