Tan solo unos días después de conocer la puesta en libertad del único acusado de la muerte de su hijo José Luis por una cuchillada, Pedro Pereiras esgrime con rabia el informe forense que ha dado un giro radical a un caso que hasta ahora solo tenía un final posible. En este segundo informe se apunta que la muerte de este joven vecino de Cerdedo fue accidental y que la herida mortal fue causada por el mismo José Luis durante el forcejeo. Desde la familia Pereiras Fernández emitieron ayer un comunicado en que afirman que tienen "razones de peso para creer que en el proceso judicial ha habido demasiadas irregularidades y que la forense ha sido coaccionada o presionada de algún modo para que se haya producido un cambio tan radical en el informe. No tenemos explicación para este cambio". Pereiras ejemplifica la indefensión de una familia dispuesta a luchar para que el acusado no termine librándose de la cárcel.

–¿Cómo entienden la liberación del único acusado de la muerte de su hijo tras ver la luz el nuevo informe realizado por la forense?

–La jueza está siguiendo el nuevo informe realizado por la forense para dejarlo salir de la cárcel y todo se basa en que el acusado es zurdo. No lo entendemos. Si la misma forense se contradice con el primer informe que realizó es algo que no podemos entender. Si el primer informe lo hiciese una forense y el segundo otra y dice lo contrario estaría de acuerdo. Está claro que pueden variar las opiniones pero no es normal que cambien así sobre un mismo caso y como del agua al vino.

–¿Qué entienden ustedes que pasó exactamente la noche en la que su hijo fue asesinado en Santa Coloma?

–Mi hijo fue a un bar a cinco kilómetros de casa. Allí, un compañero andorrano le dijo si lo traía en coche hasta casa y él le respondió que sí. Llegando a la gasolinera, el que traía el coche, el andorrano, comenzó a insultar a unos peruanos. Al principio no le hicieron caso pero después comenzaron a pegarle al andorrano. Mi hijo, al ver que le estaban pegando los dos al compañero, se metió en la pelea. Mientras el comenzaba a pelear, uno de los peruanos fue a buscar una navaja de 35 centímetros, que le llaman navaja de Albacete. A mi hijo le pegaron y al ver la navaja se la quitó para defenderse. Después le pegaron con la hebilla de un cinturón y lo dejaron inconsciente. Le pegaron un navajazo en el cuello y posteriormente en el corazón. Cuando ya estaba en el suelo lo machacaron a patadas.

–Consideran entonces que el cambio entre la primera versión de lo sucedido ofrecida por la forense y la segunda es totalmente radical.

–Ahora dicen que la culpa es del muerto. Pero, ¿cómo puede ser la culpa del muerto?. Dicen que se cayó encima del cuchillo. Y después qué hizo, se deshizo del arma del crimen. No se comprende. Por lo menos yo no lo entiendo. ¿Cómo es posible que mi hijo se cayese encima de la navaja y se la clavase?. En tal caso se la clavaría entera. Después, si yo no soy culpable no voy a coger la navaja para tirarla en medio del campo.

–¿Cómo se está viviendo este caso la reciente liberación del único acusado en Andorra?

–Andorra es un país herméticamente cerrado. Como dicen allí, los trapos sucios se lavan en casa pero que no se enteren fuera. Sobre este caso ni siquiera se puede hablar mucho en Andorra. Eso es lo que no queremos. Nosotros tendremos que luchar. Mi mujer lo está haciendo en Andorra y yo lo estoy haciendo aquí. Ella saldrá hoy –por ayer– en la televisión de Andorra con los informes. No se explica que ya dejasen suelto al asesino. Primero soltaron al que fue a buscar la navaja, que no es culpable de matar a mi hijo pero es coautor de los hechos. Si no hubiese arma no habría muerto. Puede haber una muerte accidental en una pelea pero no es lo normal.

–Muestras ustedes una imagen de indefensión total ante la última sucesión de decisiones judiciales.

–Nos sentimos totalmente indefensos. La embajada española ni se preocupa de nosotros. Sin embargo, el cónsul de los peruanos se está preocupando en todo momento por ellos. Es algo que no entendemos. Nosotros llevamos en Andorra prácticamente 35 años. Somos casi de allí. Cuando venimos a Cerdedo somos casi unos desconocidos. Sentimos una gran impotencia por vernos indefensos en un lugar que vemos como nuestra casa.

–¿Confían en poder abrir alguna puerta que les ayude en su lucha por mantener al acusado en prisión?

–Nosotros conocemos a mucha gente y tenemos muchos amigos en Andorra. Nos conocemos todos porque llevamos muchos años allí. Tenemos amigos dentro de la policía. Extraoficialmente te cuentan una cosa pero no lo pueden hacer oficialmente. Nadie se juega su puesto de trabajo. Yo sí que lo puedo contar pero ellos no.

–¿Consideran por tanto que el apoyo que están recibiendo los acusados, principalmente del consultado, está siendo clave en este caso?

–No se entiende cómo esta persona puede salir a la calle sin ni siquiera salir juicio. Tarde o temprano tendrá que celebrarse pero de momento debería estar en la cárcel. No lo entiendo. El rey dice que ante la justicia somos todos iguales. Así lo dijo en televisión pero no es cierto. No es para todos igual. Si tienes dinero pagas o compras la justicia. Con dinero puedes tener abogados, todos los que haga falta. Si no lo tienes, no. La justicia entonces se puede comprar y se puede pagar. En Andorra, en vez de haber justicia, hay injusticia. Nos sentimos como una familia abandonada por el cónsul español en Andorra. Desde el primer momento no prestó interés ninguno. Creo que solo está por el sueldo del mes. La gente de la embajada se portó muy bien con nosotros y él también, dando consejos, pero tuvimos que ponernos nosotros en contacto con él el octavo día. El cónsul de Perú a los dos días ya estaba hablando con los peruanos. Digan lo que digan, para mí este hombre es y siempre será el asesino.

–Han recibido desde que se conoció el asesinato de su hijo un gran respaldo por parte de familiares y amigos, tanto en Andorra como en Cerdedo.

–Eso sí. Tengo que estar muy agradecido a la policía de Andorra, por la humanidad que tienen, por su corazón y por sus sentimientos. Siempre se portaron extraordinariamente con nosotros. También a la gente que nos está apoyando cada día en nuestra lucha. Hay amigos, familiares, vecinos y gente desconocida que están siempre ahí, apoyando en todo momento. Se merecen todo nuestro agradecimiento, de corazón. También los amigos de aquí, que nos ayudaron mucho a pesar de que nosotros venimos muy poco.