Pararse a hablar con Fernando Porto implica adentrarse en un maremagno de ideas acumuladas a través del tiempo y consolidadas dentro de su mundo como una construcción matemática perfecta. Abrir la puerta de entrada hacia ese mundo provoca un caudal inesperado de información difícil de digerir antes de caer en su embrujo. La vida, la sociedad, las formas, las matemáticas, el lenguaje... Todo se mezcla en el ideario de un hombre que lleva más de treinta años dedicado al mundo del arte. A su lado, Trinidad Barranco, su mujer, un puntal clave en su creación con la que comparte vida y trabajo.

–Diseñador, pintor, diseñador, escritor, joyero... ¿Por dónde empezamos?

–Ya hace muchos años que comencé a dedicarme a las artes plásticas. Estudie magisterio pero después me enredé con la cerámica. Fue en el 79, con veinte y tantos años. A partir de ahí ya nunca dejé la cerámica. Se convirtió en mi medio de vida. Paralelamente, hice desde esculturas con motosierras, cuentos para niños –que sacaré algún día publicados–, me dediqué por pura pasión a todas las tecnologías y sobre todo a la creación de modelos matemáticos que imitan o no imitan a la naturaleza, a la creación imágenes y caligrafías imaginarias, partituras musicales imaginarias... Me metí en muchos enredos.

–Tiene sin embargo una obra pública y otra sumergida. ¿Queda mucho por descubrir?

–Sí, de todos estos enredos algunos salieron a la luz y otros no. Pero todos tienen una unidad. Hay gente que vio piezas creadas y ve las imágenes matemáticas y se da cuenta de que son las mismas. Parece que no tienen nada que ver pero sí. Yo siempre intenté representar en un espacio finito o infinito. Que puedas ver en cualquier pieza un paisaje. Además, que no se repita. Curiosamente, siempre utilizamos dos colores y con ellos sacamos todos los demás. Lo difícil fue encontrar esos dos colores y manejarlos de tal manera que nunca sepas cual va a ser el resultado de su combinación. Es muy fácil que un poeta agarre las piezas y pueda hablar de ellas porque cada pieza puede ir desde un blanco hasta un color oscuro pero todas tienen un contenido. En las imágenes de la naturaleza vemos toda la amplitud de esos colores. Esa es la magia de la cerámica que hacemos. Respecto a la joyería, por ejemplo, estamos trabajando en una colección relacionada con el carballo, erizos de mar o cangrejos. También estamos empezando a hacer cosas con elementos tecnológicos: Con placas de ordenador, con memorias. En si ya son pequeñas obras de arte. Lo difícil es conseguir esas piezas, que estén en desuso y que sean baratas, porque normalmente esas piezas son caras. Ahora mismo en lo que más interés tengo es en sacar una línea de producción de productos textiles. Nací en una tienda de textiles y siempre viví rodeado de telas. Quiero hacer unas piezas de muy alta calidad. Ya se pueden ver y apreciar en la página de evolutión.net. Ahora pondré además algunas en realizadas en 3 dimensiones.

–Intenta llegar a todo el mundo a través de la red.

–Las redes sociales se pueden utilizar para muchas cosas pero son, sobretodo, herramientas para compartir. Yo por ejemplo comparto mucha información cerámica, de diseño, etc. Internet y las redes sociales son importantes a nivel profesional y humano. Ese compartir experiencias hace que un niño de 16 años de hoy en día en realidad tenga 250 años por la cantidad de información que maneja. El problema es cómo manejar toda esa información y los artistas son los que la concretan en obras.. En el mundo de los fractales sin embargo todavía no hay mucha gente metida. Personalmente tampoco me interesa mostrar mucho lo que yo hago. Cuando salga prefiero que sea de golpe. Mucha gente está haciendo historias que se hacían hace quince o veinte años y no llegan a puntos a los que yo llegué, pues hace falta mucha constancia en el trabajo diario. Pero hay cosas increíbles, insólitas.Yo lo hice de manera oculta y no lo mostré más que en alguna conferencia. Se puede ver algo en mi web. A mí, las nuevas tecnologías me interesan especialmente porque nunca sabes lo que vas a terminar haciendo, ni adonde nos llevan.

–Todo parte de la creación.

–La vida del artesano en muchos casos es inteligible porque se mezclan muchas cosas. Si me dicen que en dos días tengo que hacer una escultura monumental estará la maqueta hecha. No es chulería, es el hábito de estar constantemente produciendo, viendo y manejando formas y lenguajes desde el musical, al poético o al modelado. Manejas tantos datos que cuando te piden algo llegas a hacer cosas. Hay muchas horas detrás de hacer y de no hacer. Se hace muchas veces más sin hacer nada. Muchas veces cuanto menos haces es cuando más estás haciendo. Luego cuando tocas una pieza lo haces perfecto. El problema es el proceso para llegar ahí. Es necesario tener también una pureza de espíritu. Hay que limpiarse porque estamos muy contaminados.

–Dependerá todo de su visión del mundo.

–Ahora hay una nueva visión del mundo, una visión alternativa. Esa visión nunca tuvo tanto valor. Hasta ahora no podíamos decir ciertas cosas pero ya podemos decir que estamos en un manicomio regido por locos, y no nos confundimos. Los que antes se decía que estaban locos son los que están salvando la humanidad. Las energías alternativas, libres... Es la visión marginal la que puede cambiar la historia y lo está haciendo.

–Sin embargo es necesario en muchos casos adaptarse a las peticiones.

–Estás más contaminado cuando haces una actividad artesana porque estás pendiente de lo que le va a gusta a la persona. Te vas adaptando y muchas veces acabas haciendo cosas, aunque preferirías hacer otras. A mí muchas veces que dicen que funcionaba mejor cuando hice lo que me dio la gana. Todo empezó por cosas que hacía porque me gustaban pero que la gente compraba porque eran bonitas. Se fueron trasformando después hacia un tipo de producto que tiene un precio, un tamaño y un formato que son adecuados. El arte se fue rebajando hasta ahí pero gracias a eso puedes transmitir cosas y construir un diálogo con la gente que aprecia tu trabajo. Es de lo que se trata el arte, de poder compartir la vida. El arte es una forma de conocimiento. Todos tenemos conocimiento de la realidad y el artista también. Por las razones que sean los artistas siempre tenemos muchas ganas de decir cosas y contar historias que los demás no ven. Un creador es eso, el que pone delante de los ojos de los demás un mundo que antes no había.

–Algo que aportar.

–Lo que aporta sobre todo es riqueza de vida, diversidad, amplitud de miras. Aunque ahora mismo hay una parte de las artes monopolizadas, hay un sector importante que es la producción de objetos, que está sufriendo constantes avances. Es una verdadera revolución. En este momento histórico extraño, en el que unos tipos muy pillos se están aprovechando de todos nosotros, hay demasiados cambios. Vivimos bajo el signo de vértigo. Están cambiando muchas cosas y eso se manifiesta en las artes.