El invierno más seco de los últimos años pone en riesgo el abastecimiento de agua al casco urbano de Lalín para los meses de verano y las previsiones son poco optimistas. El principal problema radica en el bombeo del Pozo Negro, en el río Asneiro, que presenta actualmente un caudal insuficiente para y obliga a la concesionaria del servicio municipal de aguas, Espina y Delfín, a forzar más a la vieja captación de Botos, si bien por el momento el depósito de Lagazós (Lalín de Arriba) garantiza por el momento que no haya deficiencias, pese a la escasez de lluvias.

La situación, ya de por sí preocupante, puede agravarse si en los próximos meses no llueve lo suficiente para que el río Asneiro no incrementa su caudal. A día de hoy ya está muy por debajo de lo deseable, cuestión que dificulta las tareas de bombeo desde este punto para dar servicio a gran parte del casco urbano. Al margen de que se deba atribuir a la sequía los posibles problemas en la traída para la etapa estival, la escasez de lluvias vuelve a poner en entredicho la construcción de la captación en el Pozo Negro. Esta estación de bombeo se puso en marcha en 2006 y ya entonces se advirtió que esta zona no era el mejor emplazamiento, puesto que el caudal del río, en condiciones normales, es insuficiente. Entonces la empresa Espina y Delfín planteó otras alternativas, como el río Deza, aunque la construcción de un bombeo en otra zona disparaba su coste y el Concello apostó por este proyecto, financiado por la Xunta.

La compañía lleva varios años avisando de la necesidad de acometer mejoras en el servicio de aguas para evitar que durante los veranos pueda haber problemas de abastecimiento. Pero este año lo son más si cabe por las condiciones climatológicas, que, al menos a corto plazo, no son nada alentadoras. Una solución pasaría por la construcción de un nuevo depósito para no cargar en exceso al de Lagazós. En la actualidad el Concello dispone de tres instalaciones de acopio de agua con capacidad de unos 4.800 m3.

El suministro de agua potable a Lalín se realiza desde Lagazós y Botos, que bombean a la vez, durante una media de entre diez y trece horas al día. Pero estas dos instalaciones no serían suficientes para abastecer a los usuarios del casco urbano en casos extraordinarios como este año. En ejercicios anteriores, Espina y Delfín alertó de posibles problemas, sobre todo en verano, si bien las precipitaciones caídas en los meses precedentes eran más cuantiosas que la escasa lluvia que hubo en los últimos meses del año pasado y que llevamos del presente.

Informe municipal

Consciente de que la situación para este verano podría ser más seria que otros años, el Concello encargó el pasado jueves un informe a la concesionaria del servicio municipal de aguas "por la vía de urgencia" y para "valorar el caudal que se registra actualmente en el sistema de captación de aguas en el río Asneiro y la posible evolución del mismo en caso de que las condiciones climatológicas no cambien". El ayuntamiento está a la espera de lo que determine el citado informe de la empresa Espina y Delfín.