La cooperativa lalinense Maquideza realizó ayer una presentación de lo que será la base de su proyecto empresarial, consistente en generar biomasa para combustible con restos de madera. La entidad está integrada por una docena de ganaderos de la zona de Anseán, donde construirán la nave de secado de la materia orgánica, y su proyecto suma una inversión de 786.784 euros. De esta cuantía, Maquideza recibió 193.100 con cargo al Plan Leader, gestionado en la comarca por el Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR).

Ramón Presas, uno de los socios de la cooperativa, explicó que inicialmente la actividad se centrará en el triturado de árboles y madera procedente de restos de talas, desbroces y otras tareas, que se convertirá en astilla. Este material se almacenará en la nave de Anseán para su secado y luego ser empleada como combustible en las calderas de biomasa. La instalación, que cuenta con licencia municipal, comenzará a funcionar a finales de agosto en una nave de 600 metros cuadrados asentada en una parcela de más de 3.000. Inicialmente Maquideza arranca con dos tractores, dos remolques, una máquina de generación de biomasa con grúa hidráulica y dos palas cargadoras, con las que realizarán el mismo trabajo que el mostrado ayer en la parcela anexa al aula de la UNED y sede del GDR dezano, en el polígono Lalín 2000.

El presidente de este colectivo, Román Rodríguez, destacó la apuesta de este grupo de vecinos por crear una industria que permitirá generar riqueza en el rural e invitó a otros ganaderos a "tomar ejemplo" de esta cooperativa, que, en principio, producirá astilla para autoconsumo. No obstante, Presas indicó que en el futuro, y en función de la demanda, no descartan comercializar serrín, que se emplea en las camas para las vacas. Representantes de la empresa de maquinaria Maxideza destacaron las ventajas que ofrece la astilla como combustible para las calderas con respecto a las que se abastecen de pellet, pues en este caso solamente se emplea materia orgánica y no serrines u otros materiales.

Estos restos de madera también serán empleados como combustible para abastecer de energía a las granjas de los socios de la cooperativa, con lo que se reducen costes por el elevado precio del gasóleo, a la vez que se reduce la contaminación.

Este proyecto es por el momento el que más fondos recibió del GRD para planes de desarrollo rural. En el acto participaron socios de la cooperativa; el presidente del Inega, Eliseo Diéguez, y los alcaldes de Lalín, José Crespo, y Rodeiro, Eliseo Diéguez. Técnicas del GDR explicaron las características de un proyecto presentado como pionero y ejemplar en la zona.