El pasado mes de septiembre un grupo de artistas tomaron Lalín dentro de la iniciativa Un disparo de advertencia. Un proyecto cultural promovido por el comisario local Ángel Calvo Ulloa que no solo permitió a los vecinos acercarse a las diferentes propuestas creativas sino también participar en actividades paralelas como mesas redondas o la proyección de la película A propósito de Niza. El resultado de ese trabajo se muestra ahora –del 15 al 19 de este mes– en la feria ARCO de Madrid a través de un catálogo.

–¿Cuál es el contenido exacto de ese libro?

–Es la documentación toda de las fotografías que se fueron tirando durante el fin de semana en que se desarrolló el proyecto. Se pueden encontrar imágenes desde el montaje hasta la obra definitiva, el planteamiento teórico del proyecto, introducción a autores, obra concreta... Es una especie de making off.

-–¿En qué consistirá la presentación en ARCO y dónde se puede consultar?

–Está expuesto durante toda la feria dentro de las novedades que envía la editorial Dardo, que ya empieza a distribuirlo. En Lalín se puede comprar a 10 euros en la librería Alvarellos o en el bar Galopín.

–Arte de gallegos, arte en Lalín que viaja a Madrid. ¿Qué importancia tiene esto?

–A nivel local hay tres creadores que ya tienen una imagen fuera de las fronteras gallegas y estatales. Es importante a nivel de desarrollo de la cultura local porque está un poco dejada. En Lalín la cultura siempre vino de la mano de las asociaciones y nunca de la parte oficial. Más que intentar exportar algo de Lalín, Un disparo de advertencia es un proyecto personal que desarrollé en Lalín porque soy de ahí, pero pudo haber sido en otro lugar.

–¿Hay posibilidades de que se repita la experiencia?

–Lo veo muy difícil porque la financiación se hizo de un modo excepcional. Los artistas se prestaron a colaborar, pero no están dispuestos a hacer esto siempre sin llevar nada a cambio. El apoyo institucional a nivel económico es nulo, y no hubo ningún acercamiento por parte del Concello, a pesar del éxito que tuvo la convocatoria a nivel nacional. Hasta se estañaron los propios artistas y otros críticos y comisarios cuando vieron el proyecto. Aunque tampoco era la intención contar con dinero de la administración. Se pidió, pero el rechazo fue constante.

–Los artistas tampoco son profetas en su tierra...

–En Lalín por supuesto que no. Tenemos una cantera de músicos que pasan inadvertidos para la gente que maneja la Cultura en Lalín. Los artistas plásticos están totalmente olvidados, e incluso hay cineastas y escritores que tienen que salir de aquí. No hay manera de que se les apoye. A nivel institucional hay un desinterés total por este tipo de acciones y es un error.

–Será por eso por lo que usted busca otras salidas. Un nuevo proyecto le lleva a Ferrol...

–Es un comisariato con obras de varias colecciones gallegas. Se llama Welcome to my loft y trata la visión de la arquitectura en el arte contemporánea. Habla de la utopía, de la ruina y de la abstracción y estará en el Centro Torrente Ballester a partir del 27 de abril.