Si en 30 años el ritmo de nacimientos en la comarca dezana se cercenó a la mitad debido a la caída demográfica (pasó de 587 a 281), el volumen de matrimonios también está sufriendo los efectos de la pérdida de población. Según los datos más recientes del IGE, en 2010 se celebraron 281 enlaces, es decir, el 38% de los 317 que se habían celebrado en 1980, una generación antes.

Lalín llevó y sigue llevando la voz cantante en la demografía de la zona, con 70 bodas. Pese a ello, la cabecera comarcal no es ajena a la reducción de habitantes, puesto que en 1980 se habían oficiado en este municipio casi el doble de enlaces, 131. Pero también hay que decir que la caída de población, al menos en el caso de Lalín, se acentuó no en los últimos treinta años, sino desde hace dos décadas, puesto que en 1990 se celebraron 134 bodas que, eso sí, diez años más tarde ya se desplomaron a las 82.

Silleda, por su parte, muestra una tendencia un tanto diferente a la de Lalín. En 2010, tuvieron lugar 25 esponsales en este municipio, que también están por debajo de la mitad de los 58 que se registraron en 1980. Pero en Silleda hubo cierta recuperación a comienzos del presente siglo, ya que si en 1990 se constatan 32 nupcias, la cifra subía a las 40 diez años más tarde.

Cruces, el tercer ayuntamiento en cuanto a volumen de población de la comarca, sigue la tendencia general de ésta y reduce su volumen de matrimonios en un 68%, pasando de las 60 nupcias de comienzos de los años 80 a las 19 que se oficializaron en 2010. En estos 30 años, el volumen de matrimonios de los vecinos cruceños no ha hecho sino bajar ya que, desde 1980 a 2010, cada diez años ha pasado de los 60 mencionados a 43 y posteriormente a 27.

Dozón, sin enlaces

La situación de los otros tres municipios es mucho peor, ya que también son los que padecen, en proporción, la mayor sangría demográfica. Entre Agolada, Rodeiro y Dozón no se alcanza ni la decena de enlaces a lo largo de 2010, mientras que una generación antes sumaban 68. Los últimos datos del IGE desvelan que en Rodeiro, el concello con mayor población de los tres, sólo hubo una boda, frente a las 7 de Agolada y ninguna en Dozón.

En los años 80, se celebraron 19 enlaces en el municipio de Camba –y cinco años antes, casi el doble, 32–. También en los 80 Agolada casi duplicaba a Rodeiro, puesto que por entonces lo superaba en población, y ofició 37 casamientos. Por último, Dozón acogió 12 bodas en 1980, que diez años más tarde serían justo la mitad. Hubo una leve recuperación a lo largo del año 2000, con 8 enlaces.

En cuanto a la edad media en que los contrayentes se casan por primera vez, los hombres dezanos acuden al altar a los 33,3 años, mientras que ellas lo hacen a los 31,9. Destaca de nuevo Dozón, pero por sobrepasar esta media, ya que sus vecinos se comprometen mucho más tarde, en concreto a los 36,9 años, y ellas a los 37,5. Mucho más jóvenes son los novios de Agolada. De media, celebran su primera boda a los 29,9 años, en el caso de los varones, y las mujeres, a los 29,6.