Alcalde de Forcarei durante casi 13 años al cosechar 4 mayorías absolutas consecutivas, David Raposeiras afirmaba con rotundidad que era de esta faceta de su vida y de sus dos hijos mellizos –"dos maravillosos niños", como él decía, de 8 años de edad– de lo que "más orgulloso" se sentía.

"Muy constante" y "muy sentimental", según admitió en mayo del pasado año a esta Redacción, era, ante todo, amigo de sus amigos y "leal cien por cien". Así lo destacaban ayer algunos de esos amigos y también quien le fichó para la política cuando apenas contaba con 22 años, el exalcalde Manolo Brea. Este vio entonces en él a un "hombre espabilado, prudente y muy ponderado a la hora de dar opiniones" que mostraba un gran "afán por luchar y trabajar por su pueblo". Ese "desparpajo" y ese "deseo de trabajar y de hacer algo" le encantaron al regidor local de entonces, que consideró que atraer a aquel joven a la política –en los albores de la democracia– podría ser "muy importante" para el municipio.

Y no se equivocó. Aquel joven recién diplomado en Magisterio natural de San Miguel de Presqueiras era muy activo y su trayectoria posterior así lo demostró. Muy vinculado a la Sociedade Deportiva Presqueiras, fue su presidente fundador hace 26 años. jugó en este equipo hasta los 30 y pico años y ejerció como directivo de la sociedad años, siendo uno de los impulsores de la construcción del campo de fútbol de la parroquia en la que había nacido el 24 de marzo de 1960.

En1983 haría su primera incursión en política, como número 7 de la primera candidatura de Brea bajo las siglas de Convergencia de Independientes de Galicia. Su afición al deporte hizo que brillase en este ámbito. Además, también se iría vinculando paulatinamente al área económica del Concello, implicándose cada vez más en Hacienda y Cultura. "Era una persona de confianza", valora Brea, recordando que en la lista que formó para Independentes de Galicia en 1987 Raposeiras ya ocupaba el cuarto puesto. Tras ganar los comicios una vez más, entró en la comisión de gobierno y pasó a ser teniente de alcalde. Ya en 1991, se pasaron al PP y, tanto a estos comicios como a los de 1995, Raposeiras concurrió como número 2 de la candidatura liderada por Brea.

En 1999 pasaría a ser el alcaldable. En su lista ya figuraban la actual alcaldesa en funciones Belén Cachafeiro; el que sería su teniente de alcalde durante 12 años, Francisco Rozados "Rochi"; y Paco Gómez Crespo, edil desde principios de los 90 que sería segundo teniente de alcalde de Forcarei hasta que un infarto puso fin a la vida de quien también era uno de los miembros más queridos del equipo de gobierno. Lo era también para Raposeiras, que haciendo gala de su condición de "amigo de sus amigos", nunca le olvidó. Y, de hecho, hasta ayer mismo, en la Alcaldía –a la vera de la mesa de trabajo del alcalde– dos fotos recordaban al entrañable "Paco Rubio".

Al frente del Concello, David Raposeiras hizo de su "manía confesable" –"soy muy terco", declaraba– una virtud al perseverar en sus objetivos y en su lucha orientada a conseguir lo que creía que Forcarei necesitaba.

El maestro especialista en Educación Física, Matemáticas y Ciencias que había simultaneado este trabajo con su condición de edil desde 1983, desde 1999 hasta 2003 fue diputado responsable de Deportes y vicepresidente de la Diputación Provincial de Pontevedra. Iniciaba así su proyecto de futuro para Forcarei, basado en su premisa: "trabajar, trabajar y trabajar". Le preocupaba especialmente la despoblación de Forcarei y, por eso, se empeñó en conseguir el asentamiento de empresas que pudieran crear puestos de trabajo para absorber el excedente de mano de obra procedente de un agro cada vez más deprimido. Así apostó decididamente por la creación del polígono industrial de Vilapouca, que se inauguraría siendo conselleiro Juan Rodríguez Yuste y que posteriormente todavía se ampliaría.

Y para apoyar a ganaderos y agricultores luchó para conseguir poner en marcha varios procesos de concentración parcelaria en diversas parroquias. Además, convencido de que el mayor potencial de Forcarei eran su gente y su naturaleza, convirtió al Concello en pionero al conseguir concretar en el polígono de A Freixeira el primer punto limpio de Galicia y en terreno comunal de A Madalena, un circuito de karting orientado a atraer visitantes al municipio para dinamizar la vida económica de la hostelería y el comercio locales. Idéntico fin persiguió al poner todo su esfuerzo –según admitía hace unas horas el presidente de la Fundación Ceo, Ciencia e Cultura (FC3), Enrique Alonso– para conseguir el asentamiento del observatorio astronómico en As Casetas. Ese objetivo perseguía, además, al luchar denodadamente por potenciar la Festa do Gaiteiro hasta lograr el reconocimiento de Festa de Interese Turístico Galego en 2010.

Preocupado, además, por el desempleo, Raposeiras logró talleres de empleo para proporcionar formación y empleo a los desempleados locales. Estas iniciativas le permitirían además impulsar obras en los polígonos industriales, en el recinto monacal de Aciveiro y su entorno así como adecuar antiguas viviendas de los maestros de Forcarei para reconvertirlas en punto de atención a la infancia a fin de impulsar la conciliación de la vida familiar y laboral de los forcaricenses. También en el capítulo social, logró el asentamiento de una gran residencia de mayores en la capital municipal y la construcción de un centro multiusos para Soutelo de Montes.

Pero hubo un proyecto que, pese a sus esfuerzos, no logró ver ejecutado: la mejora del vial Cachafeiro-Vilapouca, un proyecto tan anhelado por Raposeiras como necesario. Y en el terreno personal, su enfermedad truncó su principal proyecto vital: disfrutar la vida con su mujer, Ana, y sus adorados niños cuando dejase de ser alcalde.