El radón es un gas noble que se desprende del radio y éste, a su vez, del uranio, presente en buena parte de los suelos graníticos de Galicia, Extremadura o la Sierra de Guadarrama. Aunque la vida del radón es de 3,8 días, el riesgo de inhalarlo es, en la práctica, eterno, puesto que la presencia del uranio sobre la faz de la Tierra puede durar hasta 4.500 millones de años.

Tras el tabaquismo, el radón puede considerarse la segunda causa de cáncer de pulmón. Para determinar su incidencia en esta enfermedad, el Área de Medicina Preventiva e Saúde Pública de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) realizó mediciones de radón en todas las comarcas gallegas, mediante pruebas aleatorias en las viviendas. Así, en Deza y Tabeirós-Montes la concentración es inferior a los 75 Becquerelios/m3 lo que se puede traducir en viviendas libres de riesgo. En Estados Unidos, la concentración de radón comienza a ser peligrosa para la salud a partir de los 150 Bq/m3, mientras que en la UE este límite se amplía a los 200.

La ´seguridad´ que ofrecen las viviendas de las dos comarcas contrasta con el elevado volumen de radón que se constató e viviendas de zonas próximas, como el área sanitaria de Santiago (en concreto, en las zonas de Santa Comba, Mazaricos y Muros) así como en la comarca de O Sar (concellos de Padrón, Rois y Dodro).

En Deza se realizaron mediciones en 125 viviendas: 49 en Lalín, 36 en Silleda, 19 en Vila de Cruces, 9 en Rodeiro y 6 tanto en Agolada como en Dozón. Por debajo de los 150 Bq se encontraron el 90% de casos (entre ellos, todos los hogares seleccionados de Agolada y de Vila de Cruces). Entre los 150 y 200 Bq se constataron el 4% de todos los casos, mientras que por encima de la barrera que marca la UE se contabilizan el 5,6% de las viviendas escogidas. Estas casas con excesivo radón se concentran en Lalín (el 6,1% de las mismas), Rodeiro (el 22,2) y Silleda (el 5,6).

En Tabeirós-Montes, el 7,5% de viviendas también presentan demasiado gas noble que irradia de su subsuelo. Todas estas casas se ubican en A Estrada. En esta comarca se analizaron 67 casas.

En contra de lo que suele creerse, la concentración de radón procede del suelo sobre el que se construye la vivienda, y no de la piedra con que se edifica. Para evitar este gas noble, se aconseja usar aislantes entre el suelo y los cimientos de la casa, así como colocar sistemas de aire en el sótano y ventilar cuantas veces sea posible, más que nada porque el radón suele concentrarse más en invierno que en verano.

Amianto

Para evitar la incidencia del radón en la aparición de cáncer, las Normas do Hábitat Galego (publicadas en 2008) incluyen pautas como la conveniencia de vender casas con la garantía de que están libres de radón, previas mediaciones del suelo. A través de la normativa también se evita en la construcción otro elemento altamente lesivo para la salud, el amianto. En 2001 se prohibió en España el uso del amianto blanco, muy empleado en los 70 tanto en tejas como uralitas o azulejos. Una exposición elevada a este material afecta al pulmón y la pleura.