En el ejercicio que acaba de terminar, los seis ayuntamientos dezanos registraron 355 accidentes laborales, según los datos del Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral (Issga). La cifra, aunque alarmante, muestra un descenso del 17,6% en comparación con los 431 siniestros que se constataron durante 2010.

Resulta obvio que la capital dezana, por su mayor volumen de actividad empresarial, acapare más de la mitad de los siniestros, con el 56,05% de los casos, al registrar 199 percances. Lalín es, también, el concello con el mayor descenso, con 41 casos menos que en 2010 (de ellos, 38 se redujeron en la industria). Por sectores, los 199 incidentes mencionados se reparten entre los 62 acaecidos en el sector servicios, seguidos por los 57 de la construcción, los 49 de la industria y los 31 en la agricultura. En los datos globales de la comarca, al igual que en Lalín, los servicios encabezan el volumen de percances, con 102 bajas laborales. Sin embargo, en todo el Deza la industria, y no la construcción, ocupa el segundo lugar, con 95 asuntos. Ambos sectores suponen, en conjunto, la mitad de todos los accidentes laborales del año pasado en esta área geográfica.

Silleda, por su parte, anotó 79 siniestros en 2011, una cifra también inferior a los 97 del ejercicio precedente. La actividad fabril anota 29 incidentes, mientras que la construcción registró 20 y el sector servicios, 16. Las empresas agroganaderas se quedan en 14 siniestros. Si se comparan estos datos con los que se obtuvieron en 2010, el ámbito de los servicios protagoniza la mayor reducción, con una bajada de 12 casos. Por contra, en la industria se produjo un incidente más que en 2010.

También sube en un caso el cómputo general de Vila de Cruces, que pasa de 39 a 40 accidentes en el lugar de trabajo. En este municipio vuelve a ser notable el predominio de contratiempos en el sector terciario, con 17 casos, mientras que los tres restantes se quedan por debajo de la decena.

En cuanto a los tres municipios menores de Deza, el peso económico de la actividad agroganadera y la falta de un sector industrial consolidado se deja ver en el volumen de sus incidentes laborales. Entre los concellos de Agolada, Rodeiro y Dozón, la agricultura suma 14 percances, por encima de los 10 que acaecieron en la industria, los 6 de la construcción o 7 de servicios. Es más, Dozón no registró ningún accidente en el sector de la edificación durante 2011, pero es que en 2010 sus 13 accidentes se concentraron en actividades vinculadas al campo. De este modo, Dozón también baja en 2011 a los tres siniestros, repartidos entre el campo, la industria y los servicios.

En Rodeiro, de sus 19 percances, 8 tuvieron lugar en el campo, mientras que hubo 5 en las fábricas censadas en dicho concello y media docena en la construcción y los servicios. En 2010, este municipio había constatado 24 siniestros causantes de baja laboral.

Por último, en el municipio de Agolada se pasa de 18 casos en 2010 a los 15 del año pasado. Al igual que su vecino rodeirense, se notificaron 3 percances en servicios y otros tantos en construcción, además de 5 en industria y 8 en agricultura.