Es muy probable que María de los Ángeles de Las Heras, más conocida como Rocío Durcal, muriese hace ahora cinco años sin saber que contribuyó a que la Cruz Roja Española dispusiera de una ambulancia en su puesto de la parroquia lalinense de Catasós. Una actuación suya en el final de la década de los 70 del siglo pasado facilitó la compra de un Renault 12 familiar, modelo adoptado como ambulancia en aquella época. La Durcal ofreció una actuación en una gala benéfica que tuvo lugar en la Sala Sauces, y se hospedó en el Hotel Palacio de la cabecera comarcal dezana. Finalizado el concierto de la intérprete femenina española que más discos ha vendido en el mundo, ésta rehusó cobrar las 200.000 mil pesetas de entonces y donarlas para una buena causa. No se sabe si la esposa de Júnior, y también actriz, conoció el destino de su caché, pero el caso es que la cantante de rancheras facilitó la llegada de un modelo de vehículo también llamado así al puesto situado en Catasós.

La popular ambulancia de la Cruz Roja de Lalín prestó servicio hasta 1987. En ese año, un accidente de tráfico terminó con ella en el desguace después de protagonizar una aparatosa salida de vía. El siniestro tuvo lugar a la altura de Pontebora, en las afueras de Pontevedra, cuando por causas que se desconocen la ambulancia lalinense se salía en una curva cuando trasladaba a un varón que iba a ser operado en el hospital de Montecelo. Afortunadamente, ni los socorristas que iban en el coche ni tampoco el enfermo sufrieron herida alguna de importancia después del aparatoso accidente que significó la "jubilación" del vetusto R-12.

Antes del fatal desenlace, el vehículo donado por la protagonista de Más bonita que ninguna recorrió numerosos kilómetros para llevar a cabo los servicios para los que estaba encomendado el puesto de la Cruz Roja de Lalín. En concreto, y aunque el cabo, el conductor y los socorristas destinados en Catasós €todos ellos eran soldados de reemplazo del antiguo servicio militar€ tenían como principal misión el auxilio en carretera a las órdenes de un capitán destinado en Pontevedra, la popular ambulancia dezana sirvió para los traslados médicos de muchos lalinenses y vecinos del resto de la comarca dezana.

Garaje en Ciudad Jardín

Varios soldados de la Cruz Roja lalinenses, que sirvieron en Catasós, consultados por esta Redacción coinciden en destacar la fiabilidad de aquel R-12 a pesar del trote al que era sometido cada día. La ambulancia dormía en un garaje de Ciudad Jardín hasta que salía a la carretera para ayudar a quién lo precisara, tal y como recuerdan los miembros de la Cruz Roja lalinense. Aquel automóvil gestado con la voz de Rocío Durcal estuvo durante casi todo el tiempo que recaló en Catasós conducida por Manuel Rodríguez, en la actualidad electricista, que, aunque dice haber escuchado alguna vez la anécdota del coche, no se atreve a asegurarlo porque su llegada al puesto fue años después de lo sucedido con la cantante madrileña.

Poco después del siniestro de Pontebora, la agrupación de la Cruz Roja de Lalín desapareció para dar paso al servicio de voluntariado de Protección Civil.