Las farmacias del casco urbano Lalín acordaron rebajar en tres horas a la semana su horario de atención al público con el propósito de ahorrar costes. La medida se tomó días atrás por unanimidad de los titulares de los establecimientos y entrará en vigor a partir del 1 de enero y pese a este recorte, las farmacias superan los horarios mínimos de atención al público establecidos por la administración.

A partir del próximo mes los locales cerrarán a las 20.00 horas de lunes a viernes, cuando hasta ahora estaban abiertas hasta las 20.30. Por tanto, el horario quedará establecido entre las 9.00 y las 14.00 horas, por la mañana, mientras que por la tarde las cinco farmacias abrirán sus puertas a las 16.30. Y los sábados permanecerán abiertas al público entre las 10.00 y las 13.00 horas, cuando actualmente cierran 30 minutos después.

Los recortes fueron pactados por los empresarios del sector para abaratar gastos de personal, pues notaron una merma en la facturación desde la entrada en vigor de la normativa que reducción del gasto farmacéutico relativa al despacho preferente de medicamentos en función de su principio activo; es decir, de los denominados genéricos. Pero esta propuesta persigue otro objetivo, que no es otro que favorecer a las farmacias de guardia, que trabajan las 24 horas y que precisan bastante personal, cuando sus ingresos no son demasiado elevados. Cabe recordar que cada despacho debe contar en todo momento con un licenciado en farmacia, al margen de los auxiliares que haya en cada establecimiento. Así, en las guardias es preciso, en casos, que haya al menos dos farmacéuticos titulados para la atención al público, pues los auxiliares no pueden dispensar medicamentos que requieran de receta médica. El recorte también permite a los empresarios establecer con mayor flexibilidad los cuadros de días libres que le corresponden a los empleados por trabajar los días de guardia, derecho que está establecido en el convenio de este sector.

La iniciativa, pionera en la comarca, es posible por las "buenas relaciones que hay entre todos" y solamente afecta a las cinco farmacias del casco. Las de Donramiro, Goiás y Prado tienen otros horarios y, por estar situadas fuera de la trama urbana, tampoco están obligadas a hacer guardias.

La decisión del sector llega en pleno debate sobre la nueva normativa autonómica, que deja en manos de los empresarios la decisión de hacer turnos de guardia en aquellos municipios que carezcan de un Punto de Atención Continuado (PAC). En Deza en esta situación se encuentran Vila de Cruces, Agolada, Rodeiro y Dozón.