La proliferación de visones americanos en los ríos de la comarca es un problema que afecta no solo a la biodiversidad de los cauces fluviales. Ante esta situación, el gobierno gallego ha decidido declarar por primera vez a este mamífero como especie cinegética, permitiendo por tanto su caza durante los períodos hábiles para la caza menor. La propuesta de la Consellería de Medio Rural se ha recibido con cierto con cierto estupor entre los cazadores, quienes creen que la administración vuelve a descargar sobre las sociedades un problema que debe ser afrontado con otras medidas.

Representantes de Tecores de la zona sostienen que la plaga de visiones, cuya presencia comenzó a notarse hace años en la cuenca del río Ulla y luego se propagó hasta otros cauces fluviales de las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes. Algunos directivos comparan esta medida con las batidas del jabalí, pues entienden que la consellería descarga siempre en los cazadores el control de especies que, en algún caso, pueden provocar destrozos o poner en riesgo la riqueza natural. La decisión de la Xunta trascendió hace semanas y en este informe se establece que el visón americano será, al menos, una especie cinegética para la campaña 2011-2012. Pero la caza de este mamífero, que se alimenta de truchas, conejos, liebres y es especialmente voraz, no parece una medida demasiado acertada para erradicar su amplia población. El animal, introducido en Galicia en la década de los 80 para su cría y sacrificio en granjas para la comercialización de su apreciada piel, comenzó a hacerse notar por varios motivos. Técnicos consultados atribuyen su proliferación a ejemplares que escaparon de estas granjas t también a las "sueltas" realizadas por grupos denominados "animalistas", cuyos planteamientos sobre el respeto por los animales choca frontalmente con las tesis ecologistas más encendidas. La supuesta "liberación" de estos mamíferos provocó un desequilibro en el ecosistema, pues hasta hace unos 20 años este animal era un desconocido para los pescadores que, en temporada, recorren diariamente los ríos Deza, Arnego o Asneiro.

Otra de los razonamientos que ponen en duda la decisión de la Xunta consiste en que los visiones tienen, principalmente, su hábitat en las riberas de los ríos; curiosamente, zonas consideradas como de seguridad, restringidas por tanto a la práctica de la caza. Y tampoco existe en esta zona tradición de abatir un animal que carece de depredadores naturales. Además, las hembras tienen partos anuales con entre 4 y 6 ejemplares, lo que, sin otras medidas complementarias, lo único que se está consiguiendo es que su población crezca sin control.

En la guía informativa "A caza en Galicia: 2011-2012" figuran los plazos hábiles para el adiestramiento de perros o cazas de las distintas especies cinegéticas, entre las que sorpresivamente se incluye al visón americano. No obstante, hasta el momento no han trascendido estudios relativos a un censo aproximado de ejemplares, pues biólogos consultados aseveran que hay problemas con estos animales, incluso en el Parque Nacional das Illas Altlánticas. Mientras, los cazadores lamentan que se acuda a ellos para resolver problemas y a la vez sean casi demonizados socialmente.