Suele ser habitual que por San Miguel llegue el tradicional "veranillo" que lleva su nombre, pero lo de este año no es tan frecuente. Pontevedra y su comarca registraron ayer temperaturas por encima de los 30 grados (en Caldas Meteogalicia registró 31) y el hecho de que fuera domingo propició que cientos de bañistas acudieran a las playas de la ría a sofocar el calor. A 2 de octubre, diez días después del final oficial del verano, arenales de la ría registraban ayer llenos casi totales, algo impensable en esta época en años anteriores.

Las altas temperaturas alcanzadas ayer ya se soportaban desde hace unos días, si bien en esta jornada dominical se llegaron a superar los 30 grados. Las estaciones de Meteogalicia llegaron a esos niveles en Lourizán y Sanxenxo, mientras que en Rebordelo (Cotobade) y Castrove (Poio) oscilaron entre 28 y 29. Al tratarse de una jornada festiva, fueron muchos los que eligieron la costa para refrescarse, desde Mogor y Aguete en Marín, hasta Silgar y A Lanzada en Sanxenxo.

La previsión de Meteogalicia para los próximos días no anuncia cambios significativos y la lluvia seguirá sin aparecer esta semana, lo que contribuye a agravar una situación de sequía que ya se arrastra desde hace meses. Buena prueba de ello es el bajo caudal que ofrece el río Lérez en zonas como aguas abajo de las presas de Bora y Monte Porreiro y en algunas parroquias del rural. El caso más grave se mantiene en San Andrés de Xeve, donde son necesarios los camiones cisterna desde hace días.