El Concello de Silleda ha corroborado en las últimas fechas el mal estado y la evidente peligrosidad del tramo viario comprendido entre la carretera N-525 y la autopista AP-53 en la parroquia de Lamela. Así, el Departamento de Obras e Servizos considera la mejora de este acceso a la autopista como uno de sus asuntos más apremiantes.

Por ello, el concejal Manuel Cuiña acaba de iniciar una serie de acciones para estudiar la adopción de soluciones. En primera instancia, se ha encargado a los agentes de la Policía Local la elaboración de un informe sobre el riesgo existente en ese tramo, que es bastante estrecho y que se presenta bastante deteriorado en el firme.

Ante esta situación, el edil trasdezano se acaba de reunir con responsables de la empresa Autopista Central Gallega (Acega), concesionaria de la autopista entre Santiago y Lalín, a la que se dará traslado del informe que prepararán los agentes. No obstante, y con el propósito de insistir sobre el asunto, el documento también se va a remitir a la Xunta de Galicia, que es la titular de la PO-505 entre el Alto da Rocha y Cervaña y que conecta con ese tramo, y al Ministerio de Fomento, propietario de la N-525, donde desemboca esa vía de titularidad municipal.

"La situación de esta carretera se agravó con la apertura de la PO-505, en dirección a A Estrada, ya que cuenta con elevado tráfico, sobre todo de vehículos pesados", apuntó Cuiña, que desveló que en alguna jornada se han contabilizado hasta una veintena de camiones circulando por el tramo de Lamela en un intervalo de apenas una hora. El gobierno municipal ya tomó cartas en el asunto y, en alguna ocasión, ya ha procedido a bachear parte del tramo, especialmente en las zonas donde aparecen socavones de grandes dimensiones. En cualquier caso, y a la vista del constante tráfico pesado en la zona, estas reparaciones apenas tienen efecto en ella vía. Por ello, y a la vista de que se han registrado algunos accidentes, se quiere buscar una solución definitiva.