La extraordinaria presencia de visiones americanos en los cauces fluviales de la comarca amenaza la biodiversidad de los ríos y numerosos pescadores alertan de que el notable censo de este voraz mamífero exótico se está convirtiendo "ya prácticamente en una auténtica plaga". La proliferación de estos animales, que carecen de otro depredador natural, en los principales ríos dezanos no solo afecta a la población de peces y truchas puesto que se alimenta de otros mamíferos, aves o de los huevos de los nidos de pájaros y otros roedores comunes en los márgenes de los ríos.

Representantes de las sociedades de pesca de Lalín y de Silleda admiten que en los últimos días recibieron quejas de numerosos deportistas sobre la notable presencia de estos animales y tanto en los ríos Deza, Asneiro o Arnego es frecuente que en un día de pesca puedan verse "estos bichos especialmente voraces e incluso agresivos con los humanos", indica el portavoz del colectivo trasdezano Miguel Montoto. El presidente de la entidad lalinense, Luis Nistal, también apunta que fue informado de este problema y afirma que en su alimentación también están conejos y otros roedores.

Menos agresiva para el medio natural es la presencia del denominado corvo mariño, o cormorán grande. No obstante, los pescadores también detectan en los últimos tiempos que su censo ha aumentado, cuestión que atribuyen a cambios en la migraciones de estas aves, y afirman que cada ejemplar precisa al día como sustento entre 2 y 3 kilos de truchas. La preocupación por la presencia del cormorán es, en cierta medida menor, aunque la sobresaliente proliferación del visón americano sí está provocando ya problemas en la biodiversidad de los ríos dezanos.

Así lo interpreta también el biólogo lalinense Martiño Nercellas, quien entiende la preocupación de los pescadores. En su análisis, Nercellas afirma que frenar su presencia es complejo debido a que carece de depredadores naturales y tiene partos anuales con entre 4 y 6 ejemplares, aunque sostiene que la Xunta podría poner en marcha un plan eficaz para controlar su censo.

El biólogo esgrime prácticamente los mismos argumentos que los deportistas para justificar esta amenaza. Por un lado destaca la "suelta" de animales procedentes de granjas de empresas peleteras, que en el norte de esta provincia y en el sur del de la de A Coruña tendrían especial incidencia en los municipios atravesados por el río Ulla, desde donde llegaron a los cauces fluviales de los concellos dezanos. La situación es tan grave que incluso existen problemas para controlar el censo de visión americano en el Parque Nacional das Illas Atlánticas, donde ataca a aves amenazadas. Nercellas también repara en los actos reivindicados por parte del llamado "movimiento animalista" que asaltó granjas para liberar a centenares de estos mamíferos, con el consiguiente peligro que supone para el medio natural. En este caso, precisa que detrás de estos actos nunca están los colectivos ecologistas, que son los primeros en posicionarse contra "este despropósito e insensatez". Por último, Nercellas cree que la presencia del cormorán tiene una incidencia mínima en los ríos.