La compañía teatral Chévere, residente en la compostelana Sala Nasa y con más de dos décadas de historia, estrenará mañana á las 21.30 horas en el Novo Salón Teatro de Lalín la primera parte de la obra Citizen, una especie de ópera escénica concebida en tres piezas autónomas pero entrelazadas entre sí que conjuntamente suman tres horas y media de duración. El nuevo proyecto de Chévere se inicia con la muerte de Franco para abordar los efectos de la globalización y su repercusión en Galicia inspirándose en el exitoso empresario Amancio Ortega y en la película Ciudadano Kane de Orson Welles.

La actuación fue presentada ayer por la edil de Cultura, Nuria Rodríguez, y los actores protagonistas Manuel Cortés y Patricia de Lorenzo, junto con el técnico Damián Paío. La concejala reiteró los precios de 3,50 euros por entrada general y de 2 euros para estudiantes y se mostró confiada en que la compañía tendrá la misma buena acogida de siempre entre el público lalinense, recordando el éxito cosechado con Testosterona.

Los protagonistas de esta primera parte de Citizen explicaron que la pieza narra la historia de Sara Caamaño, el personaje principal, que cruza su vida con Arsenio Ortigueira, "un trasunto de Amancio Ortega", que posteriormente se convierte en la persona más rica del mundo con su imperio textil. "Al igual que el empresario en que se inspira Ciudadano Kane nunca pudo denunciar a Orson Welles, supongo que aquí pasará lo mismo", dijo bromeando Cortés, que recalcó que la historia mezcla ficción y realidad, pero dejó claro que "no hay nada ofensivo ni malicioso". De hecho, explicó que la obra arranca con la muerte de Franco porque Ortega abrió su segunda tienda una semana después en 1975.

Esta primera parte es la de mayor carga y destreza actoral y carece de escenografía, mientras que la segunda, ya en al década de los ochenta, aborda con gran poder visual las cooperativas de Galicia de esa época con varias máquinas de coser en el escenario. La tercera parte se ubica en la actualidad mostrada con apenas tres ordenadores, aunque la gestualidad y los diálogos se pierden, llegando a tener media hora muda. Los componentes de Chévere solicitaron a la concejala poder traer a Lalín en el futuro las dos piezas para completar esta trilogía.

Tanto Cortés como De Lorenzo coincidieron en señalar que la obra estaba concebida como un drama, aunque finalmente les salió la vena cómica propia de la compañía y que existe un gran contacto con el público.

Las tres piezas podrán verse continuadamente en la Sala Nasa los días 17, 18, 19, 20, 23, 24, 26 y 27 del presente mes.