Los ataques de los animales salvajes se siguen cobrando víctimas en la comarca dezana desde la parte final del verano, aunque cada vez se están intensificando más los daños con la llegada del frío propio del otoño. En esta ocasión, un grupo de cánidos asaltó una finca de la parroquia lalinense de Albarellos y acabó con la vida de seis ovejas de un mismo rebaño. Su propietario sólo ha conseguido salvar a un ejemplar, que también sufrió heridas como consecuencia del suceso y por ello iba a ser llevado al veterinario.

El ataque aún no tiene una autoría definida, ya que los afectados desconocen si se trata de lobos o de perros salvajes, aunque mostraron cierta intranquilidad por las características del asalto a su finca, ya que en principio se produjo a plena luz del día. Eso sí, no saben precisar si fue a lo largo de la mañana de ayer o hacia el mediodía.

Los animales asaltantes además tuvieron que adentrarse en un recinto perfectamente cerrado y cuyo cierre supera claramente los dos metros de altura. Hasta el momento no habían encontrado ningún boquete en el vallado, pero dudan de que los cánidos pudieran haber sobrepasado la altura del cierre. Otro aspecto que les causa cierta extrañeza radica en que ningún vecino escuchara ningún ruido pese a que las ovejas se encontraban en una parcela bastante céntrica de la parroquia y que además el ataque se produjera durante el día. Por ello, sospechan que los asaltantes actuaron con gran sigilo, aunque ello no es óbice para que, al menos algunas de las ovejas, no hubiesen proferido algún sonido durante el asalto.

Los afectados, que iban a poner los hechos en conocimiento de la Guardia Civil por medio de la correspondiente denuncia, de la que posteriormente se dará traslado a la Xunta, mostraron su pesadumbre por las consecuencias del ataque y además cierta pena, aunque al menos esbozaron la sonrisa de salvar una de las ovejas de su rebaño.

Cabe señalar que los ataques de los animales salvajes, especialmente lobos y jabalíes, están proliferando desde hace algunas semanas sobre plantaciones, animales domésticos e incluso seres humanos. Las zonas más afectadas de la comarca dezana, se sitúan en el sur, con especial afección a la parroquia lalinense de Vilatuxe y su entorno, y el norte, en los límites entre los municipios de Lalín, Rodeiro e incluso Agolada. No obstante, también se están contabilizando estas agresiones con cierta frecuencia en zonas dispersas del término de Silleda. Además, existen quejas de los afectados por el retraso de la Xunta en el pago de las indemnizaciones por los daños y en la valoración escasa de los desperfectos.