El nombre le viene al pelo. Sus provisionales y accidentales dueños han querido bautizarla como Peregrina. La encontraron abandonada hace poco más de una semana en un tramo del Camino de Santiago a su paso por la parroquia estradense de San Miguel de Castro. La primera impresión que causó a estos vecinos no tiene nada que ver con la buena planta que luce hoy día, después de pasar por la "peluquería" y de saber lo que es comer bien y todos los días. La familia se puso en contacto con el Concello que, como indicó ayer la primera teniente de alcalde, Raquel López Doce, ya ha iniciado los trámites para intentar encontrar al dueño del animal. Por si éste no apareciese para reclamar a la burra, ya comienzan a surgir cada vez más candidatos a ocuparse de ella.

Peregrina fue encontrada de noche, sucia, descuidada, con el pelo largo y medio desnutrida. La familia de José García la recogió. Este vecino del lugar de A Carballeira señala el peligro que el animal suelto podría representar en la carretera. "No traía equipaje ni bocadillo", bromea, después de explicar lo delgada que la encontraron, viajando por este tramo del camino sin ningún elemento identificativo.

Desde su llegada a este hogar de A Estrada, no le han faltado cuidados. Las personas que la acogieron tuvieron a bien acomodarla en la misma cuadra que un caballo de su propiedad, por lo que a Peregrina tampoco le ha faltado compañía. La lavaron, la cepillaron y le recortaron el pelo, procurándole todos los cuidados necesarios para que recuerde como muy confortable su estancia en esta casa. Tanto es así que la burra ha ganado peso en estos días y su mejorado aspecto parece haberle quitado años de encima.

López Doce informó ayer de que ya requirió un informe a la Policía Local y otro a un veterinario para seguir con este animal el mismo procedimiento que cuando se encuentra ganado mostrenco. La edil aguarda contar entre hoy y mañana con estos informes para, posteriormente, iniciar los trámites de publicación de los pertinentes anuncios, por si el propietario de esta burra reside fuera de la comarca. En caso de que, cumplidos los trámites, el dueño de este animal no lo reclame, existe la posibilidad de que la burra sea subastada, aunque la cuestión todavía no está del todo clara. Padres adoptivos no parecen faltarle. Aunque su familia de acogida no tiene interés en hacerse cargo de ella, vecinos de Silleda y de A Estrada ya manifestaron al Concello que la recibirían con los brazos abiertos.