Las obras de mejora del firme de la vía N-525 en el tramo que discurre por la provincia de Pontevedra incidirán durante el resto del presente verano en el tráfico rodado de la carretera más transitada de la comarca. La actuación se inició ayer en la travesía urbana de A Bandeira y seguirá en la de Silleda durante los próximos días; a continuación se acometerá la renovación integral del firme entre los puntos kilométricos 293 (Lalín) y 321,3 (Ponte Ulla).

La obra de refuerzo del firme de la N-525 fue adjudicada por el Ministerio de Fomento a la firma Sociedad Anónima de Betunes y Firmes por 2.076.139,19 euros, con una rebaja de 400.000 euros sobre el presupuesto base de licitación. La contrata data del 24 de marzo de 2009; de hecho, durante el año pasado ya se realizaron actuaciones de saneamiento en algunos puntos de la carretera que presentaban blandones o un avanzado estado de deterioro. Aquellas mejoras puntuales se completan ahora con la reforma del firme en la totalidad del tramo pontevedrés, pues el trayecto entre Lalín y Dozón ha quedado prácticamente en desuso tras la entrada en funcionamiento de la autopista AP-53, que es gratuita entre ambas localidades.

Los trabajos de acondicionamiento de la N-525, consistentes en el fresado y aglomerado del firme, comenzaron ayer en la travesía de A Bandeira. El Concello de Silleda había colocado bandos informativos -tamaño folio A4- en las farolas de la localidad durante el fin de semana para que los vecinos evitasen el estacionamiento en la Rúa Xeral durante el lunes y el martes. Pero muchos vecinos no los vieron a tiempo y la actuación los cogió por sorpresa. Está previsto que las obras en A Bandeira concluyan durante la presente jornada. Mañana y el jueves se llevarán a cabo en la travesía de Silleda, por lo que el Concello pide a los usuarios que no aparquen sus vehículos en la calle Trasdeza durante ambas jornadas para facilitar la labor de la maquinaria. Una vez que terminen los trabajos en ambos núcleos urbanos, SA de Betunes y Firmes iniciará la mejora en el resto del tramo.

Año Xacobeo

Los trabajos tendrán una duración aproximada de dos meses, tiempo durante el cual se anuncian alteraciones en la circulación viaria en los 28 kilómetros del tramo comprendido en el proyecto. Éstas se traducirán, fundamentalmente, en retenciones puntuales para dar paso alternativo a los dos carriles de circulación, evitando la realización de desvíos en la medida de lo posible. En cualquier caso, las obras causarán molestias a los automovilistas en el período álgido del estío en cuanto a desplazamientos en una carretera ya congestionada de por sí. Pero, además, no hay que olvidar que la N-525 es una de las principales vías de acceso a Santiago de Compostela, que aguarda una gran afluencia de turistas este verano con motivo del Año Xacobeo, por lo que los problemas de tráfico serán mayores. Y también se verán afectados los peregrinos que utilicen la Vía de la Plata o el Camino de Invierno.