Todavía recuerda cuando un jovencísimo Xosé Cuiña, en calidad de alcalde de Lalín, le preguntó en la sala de juntas del Concello si se sentía preparado para dirigir una plantilla de 16 personas. "Tiña 24 anos e nombroume xefe accidental da policía. Por suposto que lle contestei que sí, aínda que por dentro pensaba que a ver cómo ía facelo", cuenta Jesús López Cuñarro, sargento-jefe de la Policía Local de Lalín desde hace 23 años, y que acaba de celebrar sus bodas de plata en el cuerpo con la imposición del Distintivo de Permanencia que se otorgan a los agentes gallegos que, a 31 de diciembre de 2009, contasen con 25 años de servicio.

López Cuñarro ingresó en la Policía Local de Lalín poco después de finalizar el bachillerato, empezar a trabajar en la librería Alvarellos, hacer el servicio militar y contraer matrimonio. "O tempo pasa moi rápido e unha medalla como esta significa que aínda estas ahí", dice este sargento que confía en poder alcanzar la jubilación en un puesto al que, con el tiempo, le ha cogido cariño. No se olvida, por ejemplo, del detalle de un compañero llamado Mariño, que le prestara una camisa y un anorak para realizar su primer servicio en el campo da feira lalinense. "Díxome que me quedaba moi ben o uniforme cando non era nin iso", explica Cuñarro entre risas, mientras reconoce que hoy por hoy no cambiaría por nada del mundo la vestimenta que luce cuando está de servicio tanto a pie como en el coche patrulla. Por cierto, un coche que tardó mucho tiempo en disfrutar porque al principio una vieja moto Ducati hacía las veces de transporte para unos policías que ni siquiera abarcaban zonas como el cruce de Os Cabalos o la calle Matemático Rodríguez.

Cara y cruz

Preguntado por su mejor y peor momento como policía local de Lalín, Cuñarro medita antes de contestar. "O mello foi ao principio, cando eramos sete en plantilla e eu o máis novo de todos", afirma el sargento-jefe de la policía lalinense. Sin embargo, su rostro se ensombrece a la hora de recordar los dos amargos momentos que le tocaron vivir como responsable del cuerpo. "Paseino mi mal cando foi o do pleito polo do campo da igrexa de Xaxán. Presentáronnos unha querella por prevaricación e tráfico de influencias contra mín, o alcalde e o seu pai", dice Cuñarro. Pero, sobre todo, el suceso relacionado con la conocida como "Operación Mami" es el que más afectó a Cuñarro porque "fun implicado por xente profesional que o único que quería era facerme dano".

Con todo, el coordinador de la Policía Local de Lalín prefiere quedarse con los buenos recuerdos tras un cuarto de siglo de trabajo. "As veces hai moita presión por todas partes, pero outras e moi gratificante", concluye el distinguido agente dezano.