Muchos estradenses hicieron cola en la mañana de ayer para llevarse a su casa leche recién ordeñada y pasteurizada en una explotación de la parroquia de Lamas, la misma que regenta Jesús Conde, un ganadero de A Estrada pionero en la instalación en Galicia de máquinas expendedoras de este producto de primera necesidad. Por sólo 20 céntimos uno puede degustar un vaso de leche fresca, procedente de un tanque que se irá renovando cada día. Mientras aprieta el botón, el consumidor incluso puede escuchar un mugido y tener la sensación de que los adelantos de la técnica le permiten, con sólo introducir una moneda y pulsar la luz verde, ordeñar directamente de manera fácil e instantánea leche de primera calidad. La "vaca mecánica", como la bautizó en la mañana de ayer el edil de Feiras e Mercados, Germán González, pasta ya en el Concello de A Estrada.

El emprendedor que capitanea este proyecto no pudo retener la emoción a la hora de agradecer al apoyo a políticos y compañeros del sector agropecuario, concentrados en la Praza de Abastos de la localidad para ser testigos de cómo funciona esta máquina. Conde se sobrepuso, entre los aplausos de los presentes, con un trago de leche fresca. "Isto cúrao todo", bromeó. Reconoció que tomar la iniciativa en este campo le supuso un importante esfuerzo económico, que después cifró en alrededor de 120.000 euros, contabilizando el sistema de pasteurización que fue preciso instalar en su granja para que, una vez surtida la máquina instalada en la parte posterior de la plaza, los clientes puedan consumir la leche directamente si así lo desean, sin necesidad de hervirla.

El mecanismo es sencillo. El usuario tiene la posibilidad de adquirir en un primer apartado de la máquina una botella de plástico o vidrio para llevarse la leche, o bien puede portar su propio recipiente. El embotellado de plástico tiene una capacidad de litro y medio y un coste de 30 céntimos. Si se opta por el recipiente de vidrio, su coste será de 1,5 euros y en él cabe un litro de leche fresca. En cuanto al precio del producto, los 20 centilitros (más o menos el equivalente a un vaso) cuestan 20 céntimos, el medio litro equivale a 50 céntimos, un litro cuesta un euro y dos litros otros tantos euros. Si el cliente compra el envase de plástico e introduce un euro y medio para llenarlo en su totalidad, tendrá que pulsar en dos ocasiones el botón para recibir la leche. Un primer "ordeño" le reportará un litro de producto. Volviendo a apretar conseguirá el medio litro restante.

A modo anecdótico, la banda sonora grabada para acompañar este consumo, que se acciona cada vez que se pulsa el botón, hizo que más de un niño llegase a plantearse si la vaca estaba dentro de la máquina. En su lugar se encuentra un tanque de 300 litros refrigerado a 4 grados centígrados de una leche que se renovará cada día, a fin de que el usuario la encuentre siempre fresca, también durante los fines de semana. El producto que se ofrece apuesta decididamente por la calidad. Y es que esta leche es rica en propiedades como el ácido graso linoleico, gracias a la dieta que siguen los animales de esta explotación láctea, en la que se combina el pasto con la ingesta de semillas de lino.

Jesús Conde, que cuenta para su proyecto con la colaboración de Agader a través del GDR-20, consideró que esta iniciativa constituye una alternativa puntual para el sector, "sempre que non empezamos a meter zancadillas uns aos outros", dijo. El edil de Feiras e Mercados agradeció a este ganadero que haya apostado por instalar esta máquina en la Praza de Abastos y consideró que su puesta en marcha es importante por el hecho de que haya sido un profesional de A Estrada "o primeiro en tomar esta iniciativa" y que haya sido el municipio el primer lugar de Galicia en el que se instale este tipo de servicio.

La primera teniente de alcalde y edil de Medio Rural, Raquel López Doce, destacó esta apuesta en un momento de dificultades para el sector agroganadero. Tras disculpar la ausencia del alcalde, José Antonio Dono, al que finalmente le fue imposible acudir ayer a esta inauguración, subrayó el ingenio y la valentía que los profesionales de este sector imprimen a su día a día para mantener vivas y a flote sus explotaciones.