Rodeiro someterá este sábado a la aprobación del pleno los presupuestos de este año, que ascienden a 2.100.000 euros. La cifra es inferior a los 2.380.000 euros de que dispuso el concello el año pasado, debido a que bajan de forma considerable los ingresos por transferencias de capital, ya que se percibirán 524.513,66 euros menos que el ejercicio pasado, de modo que este capítulo será de 177.350 euros. También resulta negativa la relación de impuestos directos, puesto que si en 2008 se recaudaban 535.500 euros, para este año las previsiones son de 437.638,88. Ambas partidas se ven compensadas por sutiles subidas en los impuestos indirectos –que alcanzan los 50.000 euros, más del doble de 2008– o los ingresos por tasas, que se sitúan en los 169.348,84 euros.

La notable reducción de ingresos por la bajada en la participación de los impuestos de la Xunta y del gobierno central obligan a que el ejecutivo local tenga que ajustarse el cinturón para reducir los gastos en 288.000 euros. Así pues, las inversiones reales caerán en casi 399.500 euros y serán de 460.626. Las transferencias corrientes también registran un declive de 16.000 euros y se quedan en los 44.260. Por contraste, al apartado de gastos de personal se asignan 796.801,70 euros, más de 100.000 por encima de la cifra del año pasado. Ésta partida absorbe la tercera parte del presupuesto y está seguida por los gastos corrientes y de servicios, que ascenderán a los 771.351 euros –22.000 más que en 2008–.

El presupuesto se aprueba con considerable retraso respecto al de 2008 –que se sometió a pleno en julio– y sus reajustes se deben a a que áreas como la de obras han sobrepasado hace meses su asignación, según desveló el munícipe, José Vence, que en varas ocasiones se refirió al "derroche" en obras pequeñas por parte de su antecesor, el concejal independiente Manuel Salgado.

Durante lo que queda de año, el ejecutivo local también tuvo que enfrentarse a un presupuesto que, a diferencia del año pasado, no contaba con los 780.000 euros extra que ingresó Enerfín por el impuesto de su complejo eólico en el Monte Faro-Farelo.