Es uno de esos pequeños placeres cotidianos, que se adaptan a las circunstancias de cada día. Solo o acompañado. Muy caliente, si el termómetro lo exige, o con hielo, para las sobremesas más calurosas. Desde hace ya una década el estradense Iván Afonso Soto ha venido afanándose por ofrecer el mejor café a su clientela. Es consciente del poder y la tradición que atesora esta bebida, presente en el desayuno, el descanso de media mañana, el final de un buen almuerzo o la sobremesa nocturna de una agradable velada. "Es el último sabor que te llevas a la boca", subraya este hostelero. En pocos días su arte con el café será una de sus bazas para proclamarse como el mejor barista de Galicia.

Afonso Soto ha tenido todo un año para prepararse para el gran momento que le tocará vivir el 30 de octubre en la final de Campeonato Gallego de Baristas. En 2008 quedó clasificado en quinto lugar entre los "grandes" del sector y era la primera vez que se presentaba al certamen. Con la experiencia y la práctica que ha acumulado en los últimos meses, se presenta a la final con mucho ánimo, energía y optimismo. No en vano su valía ha quedado ya demostrada al figurar entre los 8 finalistas de los alrededor de 500 participantes que, según indicó, se presentaron al concurso.

La final se celebrará en el centro comercial Dolce Vita de A Coruña. Iván tendrá que preparar dos cafés expresso, dos capuccinos arte, dos cócteles fantasía con alcohol y otros dos sin graduación. Como buen maestro, este estradense evitó ayer desvelar sus secretos y simplemente adelantó que buscará innovar con una espuma de café, algo similar a la nata pero con espuma. A ello añadirá un crocanti de gallega de café. Si el pasado año escogió una combinación de cafés arábicos y otros procedentes de apreciadas semillas de Brasil, Afonso se encuentra confeccionado un blend que le reporte un éxito todavía mayor y del que, hasta el día 30, no piensa revelar detalle alguno.

Este barista profesional insiste en que la técnica es la clave para hacerse con el título. Asegura que este aspecto es el que más puntúa. Es consciente de que la competencia es mucha y de que el nivel de este año es alto. Sin embargo, la práctica y la formación que se ha labrado a lo largo del último año le invitan a acudir a la final tranquilo y con buenas vibraciones. "Este año vamos a ganar" se animaba ayer. Iván se confiesa una auténtico amante de la cultura del café. Personalmente se queda con un expresso "bien hecho". Desde el Restaurante Samaná o el Café Boliche ofrece a sus clientes este placer líquido. Solo o acompañado. Caliente o frío. Un vicio confesable que uno se puede permitir todos los días.