La corporación municipal de Silleda vota hoy la moción de censura contra el ejecutivo socialista de Paula Fernández Pena y para designar a Ofelia Rey alcaldesa durante lo que resta de mandato, apoyada por los votos de cinco de los seis ex concejales del PP y del no adscrito Javier Cuiña. En la sesión prevista para las 12.00 horas en la Casa da Cultura se escenificará el ocaso del que se anunció como el gobierno del cambio, derrocado luego desde dentro del propio ejecutivo y estimulado por el Partido Popular.

Atrás quedan exactamente dos años, cuatro meses y tres días desde la toma de posesión de Pena y poco más de aquella victoria de la candidatura socialista, en la que contaron mucho los votos de los "cabreados" del PP que habían formado años antes la Candidatura Independiente Por Silleda (CIS). Curiosamente, parte de los que se integraron en las lista del PSOE para arrebatarle el poder a los populares son ahora los que vuelven a dejar la alcaldía en manos de la formación conservadora, aunque sus ediles hayan tramitado la baja en el partido. El matrimonio entre independientes y socialistas duró prácticamente días y las diferencias existentes, incluso durante la campaña electoral, fueron provocando poco a poco el desgaste de un gobierno que remató con tres concejales de los 13 de la corporación. Atrás quedan las luchas intestinas por el poder, con un PP al acecho y manejando los tiempos y las negociaciones para concretar la censura contra un ejecutivo que no era capaz de sacar adelante sus propuestas. Durante estos 856 días hubo, al menos, cinco o seis amagos de registrar la moción, aunque ésta se definió totalmente durante el pasado verano; con Lázara expulsado del gobierno y los ediles no adscritos, Javier Cuiña y Ofelia Rey, dispuestos a apoyar al PP. Si no se hizo antes fue porque faltaba la pieza clave; la persona encargada de relevar a la actual alcaldesa.

Sesión tensa

El pleno de esta mañana se prevé tenso, aunque no parece probable que puedan producirse altercados graves. La Policía Local se encargará de coordinar el dispositivo de seguridad en colaboración con la Guardia Civil, que controlará los accesos a la Casa da Cultura, y sólo accederá al interior del recinto si fuese necesario. El público podrá entrar al salón, con capacidad para 196 personas, media hora antes del pleno y los políticos no antes de las 11.00 horas. Pena y sus dos ediles esperarán hasta segundos antes de las 12.